Ha sido algo más de una hora de reunión, pero de poco ha servido para avanzar lo más mínimo. El encuentro entre PSOE y Ciudadanos ha constatado que los socialistas dan portazo a la reforma de la ley electoral que están planteando el partido de Albert Rivera y Podemos. Al menos en lo que se considera el núcleo esencial de la propuesta: sustituir el sistema de reparto de escaños (la Ley D’Hondt) por una fórmula «más proporcional» (posiblemente la Saint-Laguë). Que beneficiaría, a priori, a las nuevas formaciones políticas.

Sin el concurso del PSOE, cualquier reforma que promuevan Podemos y Ciudadanos está condenada al fracaso porque no tendría los escaños suficientes para ser aprobada. Y los partidos nacionalistas tampoco están entusiastas con lo que están proponiendo.

Tan lejos está hoy la posibilidad de un acuerdo a tres en ese asunto, porque el PP ya ha anunciado su firme rechazo a una reforma que le quitaría hasta 15 escaños, que los portavoces del PSOE y Ciudadanos se han lanzado alguna pulla desde la sala de prensa. Lo que evidencia que el clima también está crispado por las diferencias que hoy en día les separan.

La socialista Margarita Robles ha recriminado a Ciudadanos buscar un método de trabajo «de brocha gorda» con tal de buscar un «titular» de prensa, en lugar de ceñirse al «rigor» y la «tranquilidad» de los trabajos que hay en marcha en la subcomisión del Congreso para la reforma de la ley electoral. Sospecha la portavoz del PSOE que es así porque el único interés que mueve ahora a Ciudadanos es el de aumentar su representación. Y que por eso está con la «calculadora» a cuestas.

Por su parte, José Manuel Villegas ha acusado al PSOE de buscar «excusas» para no afrontar lo que promete su propio programa electoral si es que, ha recalcado, éste «sigue vigente» después de tantos cambios internos en Ferraz. El portavoz de Ciudadanos ha afeado a la delegación socialista que haya acudido a la reunión con una actitud de bloqueo.

El resumen de los argumentos es que el PSOE no considera ahora mismo prioritario abordar la reforma del reparto de escaños porque, ha señalado Robles, el «interés» de la ciudadanía está en que el Congreso aborde y dé solución a sus principales problemas. Como las pensiones, la brecha salarial o la precariedad, en lugar de ver cómo los partidos políticos echan manos de la «calculadora» para conseguir un sistema que más les beneficie.

Así, Robles ha supeditado cualquier cambio de actitud del PSOE a que Ciudadanos deje de ser el colaborador necesario del PP a la hora de bloquear las iniciativas sociales que llegan a la Mesa del Congreso. Y que o bien son vetadas por el Gobierno o, cuando pasan el filtro, acaban «durmiendo en un cajón» con prórrogas «sine die» de enmiendas. «Nos sorprende que quien está pensando en leyes que tratan de mejorar su número de escaños al mismo tiempo esté bloqueando toda la actuación de contenido social», ha recriminado.

Por ello, en un clima de «respeto» y «mucha franqueza», el PSOE ha reprochado a Ciudadanos esa actitud y ha tratado de sacar sin éxito un compromiso de rectificar en este asunto. Por lo que los socialistas tampoco abrirán la mano en la reforma electoral salvo en los temas que sí consideran más relevantes: derogación del voto rogado, permitir el voto de los discapacitados, desbloquear las listas y obligar a que éstas sean cremallera (paridad hombre-mujer).

Ciudadanos se ha declarado «sorprendido» por la respuesta de la delegación del PSOE y porque haya puesto encima de la mesa «otros temas» que no son la ley electoral. «No queremos que el PSOE se quede instalado en el inmovilismo y con una ley del siglo pasado», ha comentado Villegas. De ahí que haya pedido que reflexione y haga caso «a lo que dice su propio programa electoral».

Para Villegas, el asunto de los vetos y el bloque parlamentario son «excusas» para no abordar la reforma de la ley electoral y ha pedido al PSOE que no los utilice para no implicarse en este asunto. A su juicio, cuando se pone como condiciones los temas que a uno le «separan» es que no existe una voluntad de acuerdo. Cosa que ha lamentado.

Ciudadanos lo intentará la semana que viene con el PP aunque con muy pocas expectativas de atraer al principal damnificado de la reforma que plantea. Con Podemos hay sintonía total y con el PSOE, por ahora, un sonoro portazo.

 

 

 

 

 

 

FUENTE: ELMUNDO