Antes de nada señalar que toda la prensa felicita al Emérito y le regalan páginas y páginas y editoriales de recuerdo a su reinado, que ya se sabe cómo se pone el señor si no se le hace un poco de caso.
El Mundo cuenta que «Messi impone una cláusula al Barça en caso de independencia». «El contrato millonario firmado en noviembre incluye las condiciones en las que dejaría el club si hubiera secesión». Que yo no soy tonto. Dice Francisco Rosell en su editorial que «Este hecho acredita que la factura del deliro independentista nos sólo se ha traducido en una fractura social sin precedentes y en la fuga de cerca de 3.000 empresas (…) En verdad que el club blaugrana siempre ha exhibido una postura ambigua con relación al proceso soberanista», dice. Pues en verdad que a mí siempre me ha parecido que la postura del Barça ha sido cristalinamente separatista, el buque insignia deportivo del separatismo. Pero también es verdad que en deportes ando algo verde.
El País dice que «Los fugados piden garantías para renunciar a sus escaños». Hay que ver lo preocupados que están los héroes de la república por salvar sus propios traseros. ¿Y los catalanes que se están arruinando? ¿Y los que se están quedando en paro? ¿Para ellos no hay garantías? Pau Luque, profesor de Filosofía de la UNAM, dice que Cataluña es hoy una región formada por dos tribus en guerra. Los que votaron independentismo respondían a la «llamada de la tribu». «Los independentistas nos había dicho que la supervivencia de la tribu catalana estaba en peligro» y pasaron de la derecha o la izquierda o cualquier otra motivación para ir a votar. «Ser catalán se convirtió en el hecho político primordial y el que permitía justificar cualquier cosa que hicieran porque es tu tribu, joder, la que dicen que están en el cadalso». Entonces, dice este equidistante filósofo de pro, Ciudadanos «se dio cuenta de que invocar la pertenencia a la otra gran tribu cultural que hay en Cataluña era muy rentable». Y «muchos catalanes pertenecientes a la tribu española, pero para los cuales eso nunca había sido determinante a la hora de manifestase políticamente, ha pasado a ser antes que nada, españoles». Pues va a ser que no, señor Pau. El tema es que la tribu indepe ha estado agrediendo a la mitad de los catalanes impunemente con el silencio cómplice de filósofos de la UNAM y llegó un momento en que decidieron defenderse. Eso es lo que ha pasado.
ABC dice que «El fiscal desliga la prisión de Junqueras de su futuro político». «El líder de ERC apela al dialogo y a su cristianismo». Qué tío más plasta. ¿Y a nosotros qué nos importa si es cristiano, budista o musulmán? ¿No se ha enterado este tipo que la religión no es eximente en un delito? Este sí que vive en el franquismo. Dice el editorial que será el Supremo el que decidirá si Junqueras «es o no un delincuente. Pero en ningún caso es un estadista y un benefactor de los catalanes. Muy al contrario, pretende seguir liderando un proyecto sectario y excluyente, empobrecedor de Cataluña». Mensaje cifrado a Soraya, que está embobada con el capillitas y nos quiere vender que es el moderado del separatismo.
La Razón dice que «Puigdemont pide boicotear el Parlament si Rajoy retira el 155». Esto del parlament se va a convertir en un serial caníbal. Cuenta Toni Bolaño que quiere jorobar a ERC, «poner en jaque a ERC, que está presionando a Puigdemont para que vuelva». Pues que nanay, que él no se mueve de Bélgica, sólo «volvería si es investido. Si no lo es piensa forzar nuevas elecciones». Guerra civil indepe. Mira que son belicosos estos catalonios, que diría un tebernés. «Si los republicanos son sumisos, podrán presidir el Parlamento. Si no lo son, Puigdemont forzará la situación para forzar elecciones» y los de ERC quedarán como «traidores». Y de paso Puchi se cobrará la venganza por la que le montaron el día que intentó convocar elecciones. En plato frío, sí señor. Ussía esta que trina con «la señorita Caram», la «monja coñazo asidua a los programas más infectados de las cadenas de televisión», una «gamberra con hábito». «Cuando la señorita Caram renuncie o sea obligada a renunciar a a su hábito, será libre de hacer el payaso o la payasa, allá donde guste, le paguen y se la rifen. Pero no disfrazada de monja (…) Esta señorita con hábito divide escandaliza, desacredita, menosprecia, odia, insulta y blasfema». Y la Iglesia Católica callada como una meretriz. ¡Cómo está la Iglesia, Ussía, cómo está la Iglesia! Junqueras apelando al cristianismo para cometer delitos, la monja Caram como portavoz del Vaticano. El anticristo ya está aquí.
En La Vanguardia, Enric Juliana discurre un plan de gran «densidad» en «cuatro ángulos». Nos centraremos en el primero, que es el más interesante. Se monta la cabeza pensante del imperio Godó un nuevo bloque, el «bloque de la disidencia» del 155, formado por «independentistas más Comunes». Estos formarían una «disidencia del 55%» y «puede crecer y superar el 60% en los próximos años» y así sí, «colocar al Estado en verdaderas dificultades». Brillante, chaval. Eso explica la presencia a todas horas del periodista catalán afincado en Madrid en las tertulias de Ferreras. Es su aliado para sumar a los podemitas, dar jaque al Estado y acabar con la Constitución del 78. Ya está en marcha el próximo golpe de Estado. Sólo le veo un fallo: no cuentan con la fuerza de Tabarnia.
FUENTE: LIBERTADDIGITAL