El ex comisario José Manuel Villarejo encontró una fórmula de ganarse el favor y obtener información de otros destacados policías, la mayoría de ellos comisarios: adquirió coches a nombre de su entramado de sociedades y se los cedió a más de 40 mandos policiales.

La mecánica suponía el ahorro del IVA para todos ellos, y, en el caso de un grupo destacado, directamente permitía el uso gratuito del vehículo porque algunos no llegaron a pagar ni las cuotas del coche. La práctica aparece detallada en el sumario sobre el ‘caso Villarejo‘. Una práctica que los investigadores sospechan que fue usada para ganarse el favor del resto de comisarios y destacados policías y obtener a través de ellos determinada información. A Villarejo se le imputan delitos de organización criminal, blanqueo y cohecho. Pero las principales sospechas apuntan al hecho de que el comisario ya jubilado ha dedicado buena parte de sus últimos esfuerzos a la creación de una potente red de información confidencial, la clave de su enorme poder.

Los investigadores temen que los distintos informes elaborados por Villarejo y la recopilación de grabaciones y documentos haya contado con cierta colaboración interna en el Cuerpo Nacional de Policía. Y consideran que una de las mecánicas de captación de informaciones pudo ser precisamente el hecho de haberse ganado el favor de otros policías destacados por medio de pagos camuflados: uno de ellos era la prestación de determinados servicios o la compra de vehículos a través de Cenyt, su red de empresas.

Los investigadores apuntan a vehículos de alta gama. Y señalan un número más que considerable de casos en los que se produjo esta mecánica: cerca de 40 vehículos prestados sin coste o rebajados en el precio -por medio de la asunción del IVA- como medio de compra de esos favores policiales.

Acceso a información

El objetivo perseguido era el de acceder a informaciones policiales ajenas, a datos confidenciales y a cualquier otra información que fuera susceptible de ser usada para la posterior venta de informes u otro medio de obtención de lucro o poder.

Fuentes con acceso al sumario destacan que tampoco se descarta que el pago implicase, además, la elaboración de trabajos de investigación ad hocencargados por Villarejo.

De ese modo, la capacidad de penetración de Villarejo se multiplicó: ya no sólo era capaz de obtener información de forma personal, sino que disparaba sus vías de captación de datos o documentos a través de la red de favores debidos gracias a la entrega de estos vehículos.

Hay que recordar que, tal y como ha publicado OKDIARIO en base a documentos oficiales de la Policía, las operaciones de captación de topos y de penetración del comisario José Villarejo en casos de corrupción política no fueron exclusivas del ‘caso Gürtel’ y ‘Bárcenas’. La hoja de servicios de Villarejo a la que ha tenido acceso este diario refleja a la perfección como el ex comisario llevó a cabo este tipo de dispositivos para rescatar documentos en poder de Luis Bárcenas pero también en otras operaciones repartidas por “diversas comunidades de España”, según relata literalmente uno de los informes policiales.

El propio comisario llegó a reconocer en una hoja personal de resumen de trabajos su participación en “tareas de penetración e inteligencia sobre corrupción en medios políticos en diversas comunidades de España”.

Además, Villarejo fue uno de los principales protagonistas del uso de fondos reservados para pagar al conductor de Luis Bárcenas. El chófer sobornado era Sergio Ríos Esgueva y se le pagó con 2.000 euros al mes durante dos años. Además, el soborno a cambio de que hiciera de topo del ex tesorero y que recuperara documentos sensibles de altos cargos del PP incluyó el enchufe en la escala básica de Policía.

Pero Villarejo efectivamente dejó constancia de su presencia en numerosas operaciones de tipo político. Tuvo presencia en el caso del ‘pequeño Nicolás’. Y dejó verse en la gestión y grabación de conversaciones en el caso del dúplex de lujo de Ignacio González. También ha intervenido en determinadas actuaciones en el control de la corrupción de los Pujol. Y, sólo por citar alguna más, también en operaciones más antiguas como la de la fuga de Roldán o la investigación del ‘caso Lasa y Zabala’.

Villarejo igualmente confirmó por escrito en el documento en poder de este periódico sus protagonismo en “tareas de penetración e inteligencia durante varios meses en Operación Gürtel”. Todo un alarde de actividad que contaba con colaboración de otros policías.

 

 

FUENTE: OKDIARIO