Unas 4.000 personas «por España, viva España». Un ambiente como no se encuentra en ningún otro mitin. Gente de todo tipo, muchos jóvenes, familias enteras… Banderas españolas ondeando sin descanso desde mucho antes de que apareciera Santiago Abascal, que incluso despierta histerias en algunas de las jóvenes como si fuera una estrella de rock.

Antes de entrar, se dirigió megáfono en mano a cientos de personas que se quedaron fuera del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, bajo la lluvia. No ha habido en la capital andaluza otro mitin como este, segundo y último, que Abascal protagonizó en Andalucía. Tuvo otro en Granada en Miércoles Santo y también arrasó. «Presidente, presidente», lo aclaman los suyos.

Foto: Reuters.

 

Abascal recordó su mitin, en este mismo lugar, en noviembre y el «fatalismo» de entonces, porque decían que no sería posible «expulsar» al PSOE «corrupto», pero «llegó Vox». «Los andaluces habéis sido los adelantados de la reconquista», «habéis sido la vanguardia del despertar de España«, aseguró al público.

Advirtió en su intervención de «los incumplimientos» de PP y Cs con el pacto de Andalucía, recordando «la deportación de 52.000 inmigrantes ilegales«, las subvenciones a «los ‘lobbies’ feminazis» y LGTBi, la supresión de la Ley de Memoria Histórica y la defensa de los toros. «Vox no permite que le engañen ni que se tome el pelo a las personas que les han votado», sostuvo.

Obtengan los diputados que obtengan, avisó, ya han ganado porque «han sacado del armario los debates que ya, pase lo que pase, van a estar encima de la mesa». Las elecciones andaluzas, advirtió el presidente de Vox, fueron «el chispazo de lo que va a ocurrir y ninguna encuesta está vaticinando» lo que ocurrirá el próximo domingo. «Coño, en España no se podía hacer nada y decir nada porque había una dictadura ‘progre’ y al que se movía lo mandaban a la esquinita a pensar: facha, retrógado. ¿Por qué gintónic vamos ya? Gintónics van a tener que tomarse algunos el 28 de abril para lavar sus penas».

Foto: EFE.

 

Abascal arremetió contra la Ley de Memoria Histórica, señaló que el PSOE fue el responsable «de desencadenar la Guerra Civil en España, de la corrupción y del surgimiento de ETA», se jactó de haber puesto en cuestión la ideología de género, de poner en solfa el Estado de las autonomías y de haber sacado a las calles la bandera de España.

«No se podía manifestar orgullo de ser español», dijo Abascal, y «no se podía cuestionar la inmigración ilegal». Defendió los toros y la Semana Santa entre aplausos. «No nos van a asustar las distorsiones de la derechita cobarde que dijo que queríamos armar a los españoles en las calles», aseguró.

A Pedro Sánchez lo retrató como «un individuo sin escrúpulos que solo ambiciona el poder y no está dispuesto a servir a su patria», y «de los otros qué decir», se mofó. «Los cuatro jinetes del apocalipsis», los llamó. «Vamos, adónde, adonde sople el viento», se burló de Cs y de «su cordón sanitario» sobre el PSOE. «Estuvieron todos juntos en el debate de ayer [por el martes]», se rio, denunciando el veto a Vox y advirtiendo de que después tendrán que pactar con ellos y que quedarán por delante.

Foto: EFE.

 

El veterano militar Agustín Rosety Fernández de Castro, número uno por Cádiz, avisó de que la campaña por la provincia gaditana termina con el convencimiento de que tendrán «un resultado extraordinario». Los gritos de «Gibraltar español» se sucedieron en el mitin junto a los «A prisión Puigdemont» y los de «Viva España». «Los pescadores de Barbate no están preocupados por el heteropatriarcado capitalista», ironizó Rosety en un recorrido en el que mostró a Vox los problemas de «la gente sencilla abandonada por una izquierda que ha enloquecido».

Sonó la canción de la Legión y el público en pie cantó el himno de la muerte. El ambiente era festivo, similar al que conseguían Felipe González o Alfonso Guerra en los años dorados del PSOE en Sevilla. Aplaudieron al padre de Marta del Castillo, Antonio, y a los 12 «gladiadores», los diputados andaluces de Vox. Se arrogaron el cambio político en Andalucía: sin ellos, aseguran, no hubiera sido posible.

Foto: Reuters.

 

Dieron la sorpresa en las andaluzas, con casi 400.000 votos. Abascal llenó este mismo recinto en las autonómicas y nadie creyó que pudiera movilizar lo que movilizó. La euforia ‘voxera’ no se ha aplacado sino que está aún más enardecida. Cada vez hay más voluntarios de chaleco verde, veinteañeros que aplauden los discursos con pasión.

Un ambiente que nada tiene que ver con el que Pablo Casado (PP) congregó en Sevilla horas antes en un restaurante a orillas del Guadalquivir, donde hubo unas 700 personas. Tampoco con el que Pedro Sánchez (PSOE), que no llegó al millar de militantes, reunió en un edificio anexo a este nuevo Palacio de Exposiciones y Congresos en precampaña. Ni al que Albert Rivera (Cs) logró el sábado previo al Domingo de Ramos en el muelle sevillano, que según la organización reunió a unas 2.000 personas. Solo Pablo Iglesias, en 2015, congregó a 3.700 personas en el mismo sitio que este miércoles llenó Abascal, con Podemos en su mejor momento, subido en la ola del 15-M.

La número uno por Sevilla, Reyes Romero, fue recibida al grito de «vivan las mujeres valientes». «Vaya panda de fachas que nos hemos juntado esta tarde en Sevilla», correspondió la candidata, que fue quien protagonizó junto a Francisco Serrano el mitin en 2015 en el que fueron apedreados. Ha llovido mucho desde entonces.
 
 

FUENTE: ELCONFIDENCIAL