Los comienzos de José Hernández Zamora fueron de los más humildes que se pueda imaginar. Partiendo de la nada plantó un tronco empresarial que dio abundantes frutos: fue otro miembro de ese club de visionarios que impulsó la industria hortofrutícola como se la conoce hoy en día, colocó a Mazarrón y Águilas en el mapa de la exportación, y puso las raíces del Grupo Paloma, una empresa familiar que se adelantó a su tiempo en múltiples facetas, desde una guardería para fomentar la conciliación laboral, hasta la construcción de la primera planta desaladora destinada a la agricultura en la cuenca del Segura y probablemente en la península. Sus descendientes también supieron leer el mercado para posicionarse en el Reino Unido gestionando uno de los principales almacenes de distribución de frutas y hortalizas. El Grupo Paloma está ahora en transición para pasar a la tercera generación familiar. Los hermanos tienen repartidos los papeles: José Hernández es el director de producción; Antonio se encarga de la parte comercial y Juan de los asuntos de personal, recursos humanos y fiscalidad, entre otros.

Uno de los grandes aciertos que marcó otro punto de inflexión en la historia de la empresa fue obra de Antonio Hernández, sobrino del fundador, que vio el cambio que se avecinaba en el mundo de la distribución con el surgimiento de las grandes cadenas de alimentación. Hasta mediados de los años 80 los productos se vendían en los mercados centrales. Operaban los asentadores y las empresas mandaban lo que tenían o podían cada temporada para atender los pedidos. Ese sistema empezó a transformarse con las primeras cadenas de supermercados del Reino Unido, y el Grupo Paloma lo vio desde el primer momento, como también lo hicieron otros exportadores. El mercado estaba cambiando sus reglas y había que estar preparado. Las redes de supermercados de Tesco, Sainsbury’s, Asda y Morrisons empezaron a tomar posiciones hasta hacerse dueñas en pocos años del 70% del consumo de las frutas y verduras que entraban en el Reino Unido.

 
 
 
 
FUENTE: LAVERDAD