La baja participación de los militantes del PP para elegir al sucesor de Mariano Rajoy sigue generando un intenso debate interno y ha provocado incluso cruces de reproches entre los candidatos sobre ese 7,6% de los afiliados que se ha inscrito para votar.

A una semana de que concluya la campaña electoral de los seis aspirantes a presidir el PP, los candidatos intensifican sus actos por la geografía española, mientras hacen sus cálculos sobre lo que beneficia o perjudica la participación prevista para la primera vuelta de este proceso, que se celebra el próximo 5 de julio.

La Comisión Organizadora del Congreso, que se reúne el viernes, tiene aún que resolver algunas de las peticiones que le han hecho candidatos como Pablo Casado, José Manuel García Margallo o José Ramón García Hernández para ampliar los plazos y aumentar el número de participantes, mientras Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal insisten en que se deben cumplir las normas.

Más contundente ha sido en esta petición la propia dirección del PP: el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, ha instado a los candidatos a centrarse en su campaña y no cuestionar las normas internas que aprobaron «con sus propios votos» en el último congreso del partido.

«No cumplir los estatutos tiene mucho peligro», les ha dicho Maíllo a los candidatos, recordando así que cualquier vulneración de las normas que se han dado los populares para este proceso puede servir para impugnar en los tribunales el congreso extraordinario.

¿Cifras de afiliados infladas?

Soraya Sáenz de Santamaría no ha querido entrar este miércoles en esta discusión, pero sí ha lanzado un mensaje implícito a sus dos más directos adversarios, y en el Congreso, cuando se le ha preguntado si las cifras oficiales de afiliados -más de 800.000- estaban infladas, ha dicho que ella no estaba en los asuntos del partido y que mejor podrían contestar Casado o Cospedal.

Un envite al que el vicesecretario de Comunicación ha respondido subrayando que Sáenz de Santamaría ha estado en el aparato del partido desde 2004 y Cospedal desde 2008, para subrayar después que todos tienen que ser «autocríticos» y «realistas» y admitir que el número de participantes en la votación -más de 66.000- es mejorable.Pero Casado también ha tenido reproches para Cospedal, y en Zamora, cuando le han preguntado por la frase de la secretaria general en la que presumía de haber dado la cara mientras otros se escondían, ha rebatido con contundencia a la número dos.

Así, ha apuntado que, cuando había casos de corrupción y había que bajar a la sala de prensa a «defender las siglas del partido» contra los ataques de «gente»que él ni conocía, «alguno se escondía» y él bajaba. «Y cuando perdíamos elecciones autonómicas y municipales o de otra clase y había que bajar, bajaba yo; cuando se ganaba, bajaban otras personas», ha añadido quien por eso ha subrayado que él ha defendido al partido «en las peores circunstancias».

El diputado por Ávila, que ha pedido que amplíe los plazos de inscripción, hoy ha admitido en un acto con Maíllo que se tienen que respetar las normas, pero más tarde, en Salamanca, ha prometido que, si lidera el PP, «depurará» el censo.

En Galicia, donde ha estado junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez-Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría ha hablado implícitamente de Casado cuando se ha referido a la «contradicción» que ve en candidatos que tienen un discurso «más centrado en lo tradicional», pero que lo dirigen «a la gente más joven». Y ha considerado que lo que necesita el partido es «ampliar su base».

Por su parte, en su segundo día de campaña por tierras andaluzas, María Dolores de Cospedal ha apelado a las emociones durante sus intervenciones en localidades como Jerez (Cádiz) y Tomares (Sevilla).

«Tenemos que ganar las elecciones, pero tenemos que volver a recuperar, ganar el corazón, enamorar otra vez a los españoles», ha dicho Cospedal, quien entre otras propuestas ha hablado de la reforma de la Ley electoral para garantizar que gobierne el partido más votado.

 

 

FUENTE: ELPLURAL