«EL ARTE DE GOBERNAR»

El prestigio de un político tarda años en levantarse y minutos en caer. El mérito por lo uno o por lo otro, suele ser cosa suya, aunque otros muchos se lo intenten apuntar. En el caso circunstancial de los dirigentes locales, Miras y Campillo, hay que reconocérselo y felicitar a los dos, pero también a sus correligionarios más leales que les secundaron en la pasada contienda electoral. Dice un proverbio árabe que ‘la paciencia, más que la madre de la ciencia, es llave de toda solución’. Alcalde y Vicealcalde la han tenido hasta ir encontrando métodos de ajustes para exprimir posibilidades ciertas de gobernabilidad y construir sendas de confianza con la templanza de convenir sin contemplaciones por el poder. Campillo al fin y al cabo es el político que ha acabado por dos veces con la hegemonía popular en Mazarrón y al que tanto Valcárcel, PAS y FER, dieron sendos portazos en «clan gavioto». Y mira por donde, su nuevo pacto con socialistas si juega bien sus piezas en el centro del tablero político, sin precisar a Miras más de lo necesario, podría convertir su grupo en punta de lanza de la ‘pax romana’ en Mazarrón y del giro político que Murcia precisa.

Un «tándem de titanes» que los ‘despachos influencers’ amarraron mediante engranajes invisibles en los partidos por su afán de controlar el Ayuntamiento para consolidar privilegios y lameojetes afines desde la «red clientelar».               

Ahora no pueden permitirse confrontar estilos ni idearios, pero, cada cual con los suyos equilibran «el arte de gobernar» entre bambalinas. Ambos son políticos al uso que profesan la fe cristiana, cuestionados por la oposición conservadora inexorablemente, los dos representan con toda normalidad la concertada y enrevesada tarea de gobernar mirando al pasado.

Unidos por la veteranía, habrán de interpretar las leyes por igual para tod@s y calmar a la oposición por si a alguien de nuevo cuño se le ocurre levantar la alfombra. Vivirán la complicada convivencia del poder desde situaciones opuestas, aparentemente sin pisarse la manguera: Miras ajustará sus lentes de cerca transitando en lo cotidiano por crecer, siendo pragmático y consecuente, y Campillo, autor del descalabro electoral del PP, negociará una tregua a dos bandas con parte de la oposición. De momento no rivalizará ni expondrá con el centro ni la extrema derecha, pero seguirán vinculados «por si las moscas» bajo reservados contactos, con los más moderados por necesidad y con los populistas asumiendo la «bachillera» forma de hacer política desde un ideario común. Todo comenzó hace algunos años con la creación del «Gran Sanedrín Fáctico», canalizador omnipotente de la vieja escuela «OCHENTAME». «La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente.» (Albert Einstein)

 

COLECTIVO “EN CLAVE TRANSPARENTE”