El caso del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha vuelto a poner los focos en un tema recurrente en la política: cuál es la formación y experiencia profesional de los responsables de legislar y gestionar los recursos públicos. Cifuentes se enfrenta a la mayor crisis de su gobierno precisamente por la posibilidad de que haya podido inflar su currículum académico con un máster en derecho autonómico que pudo haber obtenido sin someterse al proceso habitual de realización de un trabajo final.

Pero el foco no se ha puesto solo en la presidenta madrileña; otros políticos, como el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, o el ya exsecretario de Organización de Podemos Galicia, Juan Merlo –que dimitió después de que este periódico revelara que infló su currículum con una ingeniería que no tenía–, han acaparado la atención mediática. En este contexto, el currículum de los diputados también está sometido estos días al escrutinio de la ciudadanía, y las reflexiones que se pueden extraer de los mismos son, cuanto menos, interesantes.

Solo un 36 por ciento de los diputados han trabajado en alguna ocasión en la empresa privada. Así lo reflejan los datos que se pueden extraer de sus perfiles (públicos) en la página web del Congreso y en los portales de transparencia de los diferentes partidos políticos. De este modo, de los 350 parlamentarios que componen el Hemiciclo, solo 126 se habrían dedicado en alguna ocasión al sector privado. Dentro de este grupo, los perfiles son muy distintos en cuanto a cuestiones como el tiempo que han trabajado al sector privado, el sector en el que lo han hecho o, incluso, la especificidad con la que detallan su vida laboral en los diferentes portales de transparencia, existiendo aquellos que poseen un currículum detallado y otros que, por el contrario, no pasan de asegurar que son «abogados» o «economistas», pero que no especifican para qué empresa o durante cuánto tiempo desempeñaron esa función.

Abogados y profesores

Por grupos políticos, los casos más paradigmáticos son los de los dos grandes partidos, el PP y el PSOE. En el Grupo Socialista solo han trabajado en el sector privado 19 de los 84 diputados que hay en su bancada, es decir, un 22,6 por ciento. Dentro de este grupo, destacan en su mayoría los abogados, que es el perfil que más se repite en el Congreso. De hecho, el perfil académico de la gran mayoría de los parlamentarios recoge licenciaturas, másteres y doctorados en Derecho. Más del 25 por ciento de los diputados del Hemiciclo poseen estos estudios, por encima de Económicas, Administración y Dirección de Empresas o Historia, las carreras que más se repiten en sus currículums. También los socialistas cuentan con varios políticos que han trabajado como profesores en universidades privadas.

En el PP la cifra de diputados que han trabajado en alguna ocasión en la empresa privada es mayor que en el PSOE. Hasta un 30,5 por ciento de los parlamentarios populares conocen en primera persona el sector privado, es decir, 41 diputados de los 134 del PP han trabajado en la empresa. Al igual que los socialistas, la gran mayoría de ellos aseguran en sus currículums ser abogados, seguido de los que afirman haber sido profesores en alguna institución privada. En el lado contrario en lo que se refiere a los dos grandes partidos destacan los parlamentarios que se han trabajado en el sector público como funcionarios.

Muchos de los diputados del PP han sido abogados del Estado y técnicos de diferentes ministerios, y algunos de ellos todavía conservan su plaza y se encuentran en excedencia.

Entre los socialistas destacan los que han prestado sus servicios en universidades públicas como profesores, así como un buen número de catedráticos. De los 67 diputados del Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea 27 han trabajado en el sector privado, es decir, un 40 por ciento. A diferencia de lo que ocurre con los perfiles profesionales del PP y del PSOE, en Podemos la gran mayoría de sus diputados han trabajado en sectores diferentes al de la abogacía, la docencia o el funcionariado. Destacan los que se han dedicado a la hostelería como camareros, los teleoperadores o los mozos de almacén. Algunos de estos parlamentarios han reconocido que se trata de trabajos que desempeñaron para pagarse sus estudios, como es el caso de la diputada de Podemos Tania Sánchez o de la de En Comú Podem Aina Vidal. El grupo confederal también cuenta con varios periodistas entre sus filas, como Noelia Vera, así como con cámaras de televisión, realizadores, actores –la ganadora de un Goya Rosana Pastor- o músicos, entre otros perfiles.

Ciudadanos es el único partido en el que la gran mayoría de sus diputados vienen de la empresa privada. Casi un 70 por ciento de sus diputados –22 de sus 32 parlamentarios– conocen de primera mano este sector. Muchos de ellos han trabajado en empresas (familiares o externas) y también las han dirigido. Destacan los economistas, consultores y abogados. Cs también cuenta con un actor en sus filas –Toni Cantó– y con un cómico, Féliz Álvarez.

La política como profesión

En cuanto al resto de grupos, cinco de los nueve diputados de ERC, tres de los cinco del PNV y nueve de los 19 del Grupo Mixto han trabajado en la empresa privada.

Más allá del sector privado, y también del público, están los diputados y políticos en general que contribuyen a lo que se ha denominado la profesionalización de la política, es decir, que la única labor que han desempeñado en toda su vida es, precisamente, su labor política.

El último caso destacado es el de Pablo Casado, cuyo currículum ha acaparado las atenciones mediáticas como causa colateral del caso Cifuentes. Su primera experiencia profesional es como secretario de Nuevas Generaciones del PP a nivel nacional, para luego pasar a ser asesor del consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid.

Tras eso, Casado ha desempeñado su labor como diputado autonómico, como diputado nacional y en los cargos orgánicos del partido, desempeñando ahora la labor de vicesecretario de Comunicación. Una trayectoria muy parecida a la de la vicesecretaria genera del PSOE, Adriana Lastra. Se afilió a las Juventudes Socialistas de su localidad con 18 años, llegando a ser su secretaria general. Su única experiencia profesional viene de los cargos orgánicos que ha desempeñado en el PSOE y de sus cargos como diputada autonómica y nacional.

 

 

 

FUENTE: ABC