Un no rotundo. Esa ha sido la respuesta del PSOE a una propuesta de 110 páginas y cuatro posibles fórmulas de Gobierno “para reanudar las negociaciones donde se quedaron en julio”, en palabras de Pablo Echenique. Al mismo tiempo que se anunciaba un acuerdo de gobierno en La Rioja entre el PSOE y Podemos, Ferraz rechazaba un Gobierno de coalición para toda España porque las “diferencias” son muchas. En Podemos, donde impera el silencio, no se para de culpar a Pedro Sánchez y “su entorno”.

Lo cierto es que la profusa oferta de Podemos —en la que se desgranaban decenas de medidas programáticas y se señalaba hasta los integrantes de la ‘comisión’ negociadora— pasaba siempre por una vicepresidencia y tres ministerios para dar luz verde a un futuro Gobierno de Sánchez. Un trágala negociador del cual se apeaban en La Rioja: el acuerdo allí con el PSOE se llevaba a cabo porque Podemos pasaba de exigir tres consejerías a una sola, lo que —según fuentes socialistas— estaba de acuerdo a su representación en las urnas.

La oferta de este martes para la Moncloa, sin embargo, sigue exigiendo cuatro sillas en el Consejo de Ministros, algo que en Ferraz no están ya dispuestos a asumir. “Es inviable”, insisten. Culpan a Podemos de la investidura fallida de julio y no se cansan de hablar de “desconfianza” y de una disparidad de criterios absoluta en temas “fundamentales”, y especialmente en Cataluña.

Tras la negativa en redondo de Ferraz, el silencio se instauró en las terminales moradas. Si por la mañana tanto López de Uralde (Equo) como Echenique (Podemos) o Alberto Garzón (IU) se habían lanzado a proclamar las bondades de la oferta a Sánchez y la necesidad de “volver a negociar donde lo habíamos dejado”, tras el jarro de agua fría del comunicado socialista solo Pablo Iglesias y el líder de IU se dejaron oír para exhibir la contradicción entre el acuerdo en otros gobiernos y la falta de entendimiento en Madrid o la necesidad de «abandonar los egos y evitar la tentación de nuevas elecciones».

En su primera respuesta pública al nuevo rechazo socialista, Iglesias aseguraba en Twitter: «A los gobiernos de coalición entre Podemos y el PSOE (Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias, Navarra y Aragón) se suma hoy La Rioja. Felicidades, compañeros. Cuando hay voluntad de compartir responsabilidades, hay alternativa a las derechas”.

En Podemos, no dudan en responsabilizar al entorno monclovita de Pedro Sánchez y a los cálculos electorales —las encuestas insisten en vaticinar un aumento de escaños al PSOE y una caída de Podemos— de que todo siga enquistado como en julio. En el PSOE, sin embargo, aseguran que lo que debe hacer Podemos es sumarse a “la sociedad civil” y al “resto de fuerzas progresistas” para facilitar este otoño una investidura de Sánchez.

Sánchez, en Doñana

Este, mientras tanto, sigue en Doñana. Desde el viernes 9 de agosto y hasta el próximo viernes a las 9:30 de la mañana en que está convocado el Consejo de Ministros, tiene despejada la agenda. Los días de vacaciones, al final, se han convertido en dos semanas, y desde su retiro prefiere dedicar sus escasas intervenciones públicas desde su cuenta de Twitter a la crisis del Open Armso a los incendios devastadores de Canarias, antes que a la negociación con Podemos.

Los morados, mientras tanto, ven consumirse las horas. El ‘tic tac’ que hiciera famoso hace años Pablo Iglesias ahora parece correr en su contra. Y por si fuera poco, hasta ya un supuesto errejonista de Castilla-La Mancha ha registrado la marca Más País, según informa ‘maldita.es‘. Pese a que desde Más Madrid aseguran que ellos no tienen nada que ver, la sombra de Íñigo Errejón, Manuela Carmena y la amenaza del salto a la palestra nacional en unas elecciones generales de su movimiento y el destrozo que puede hacer a Podemos son una forma más de presión a Iglesias para que se apee de su exigencia de entrar en el Gobierno de Sánchez. La última oferta ya ha sido rechazada. El tiempo corre a favor de Sánchez, o eso, al menos, cree él. De momento, todo sigue enquistado. El siguiente movimiento, en teoría, desvelará quién está dispuesto a ceder.
 
 

FUENTE: ELCONFIDENCIAL