Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, ha solicitado “amparo” al presidente del Parlament, Roger Torrent, para que garantice su inmunidad parlamentaria que establece que no puede ser detenido salvo en caso de «delito flagrante». En una carta dirigida a Torrent esta mañana, Puigdemont recuerda que lo hace en su condición de candidato a la investidura y, por tanto, le reclama dos cosas: que garantice, por un lado, su inmunidad y, por otro, que adopte las medias necesarias para «salvaguardar» los derechos y prerrogativas del Parlament y del conjunto de sus miembros».

Torrent ha llegado este mediodía al Parlament y ya ha recibido la resolución del Tribunal Constitucional que ordena que la investidura solo es posible si es presencial. Además, exige a Puigdemont que tenga antes una autorización judicial. Pese a todos esos obstáculos, la sesión plenaria se mantiene y está previsto que empiece este martes a las 15.00 horas. Los exconsejeros de la Generalitat Lluis Puig Gordi y Clara Ponsatí, diputados electos de Junts pel Catalunya, han presentado ya este lunes en el registro del Parlament su renuncia al acta de diputados para que corra la lista y ser sustituidos así respectivamente por Ferran Roquer y la abogada Sawla El Garbhi. Meritxell Serret, exconsejera de Agricultura de ERC, también ha presentado la renuncia a su escaño. El siguiente en la lista que podrá aceptar el escaño es el leridano David Rodríguez.

El diputado de ERC que sigue en Bruselas, Toni Común, ha retirado esta tarde su petición de delegación de voto de cara al pleno de mañana. Un movimiento idéntico al que hizo la semana pasada el expresidente Puigdemont. La Mesa del Parlament se quita de encima el problema de tener que evaluar estas solicitudes haciendo una interpretación del reglamento de la Cámara que los letrados consideraron ilegal. El Tribunal Constitucional también se había mostrado contrario a esta posibilidad. Junts per Catalunya y ERC amarran entonces la mayoría independentista absoluta en la Cámara, fijada en 68 escaños, cuatro de ellos de la CUP. Los amticapitalistas, sin embargo, nunca se han pronunciado sobre si apoyarían un candidato distinto a Puigdemont.

En un mensaje en las redes sociales, Serret ha afirmado: «Por un ideal mayor, sacrifico mi escaño consciente de que todo el mundo estará a la altura sacrificando intereses personales para recuperar el Gobierno». El republicano Joan Tardà fue más claro este domingo cuando abiertamente planteó la posibilidad de que Puigdemont sea «sacrificado» para lograr un Gobierno que suponga la retirada del 155.

 

 

 

 

 

 

FUENTE: ELPAIS