Era de esperar que ocurriera, pero empiezan a producirse movimientos concretos que lo confirman.

Se suponía, digo, que la llegada de Pablo Casado a la presidencia del PP ayudaría a taponar la hemorragia de votos que venía sufriendo por la derecha el partido, y eso ya está ocurriendo. Muy pronto, por cierto.

Las posiciones del nuevo líder, que se visualizaron rotundamente en los discursos pronunciados el día de su victoria en las primarias, han sido ‘leídas’ positivamente en los ámbitos sociológicos de la derecha, que empiezan a reaccionar en consecuencia.

Un ejemplo es la noticia, que publicamos hoy en las páginas de ECD, de que el movimiento Avanza ha abierto un periodo de reflexión sobre su futuro, y en concreto se plantea no concurrir a las próximas elecciones.

Avanza, que se presentó el año pasado, nació sobre todo por elimpulso de Benigno Blanco, que fuera secretario de Estado en Fomento y posteriormente presidente del Foro Español de la Familia.

Se proponía liderar una política de principios, para competir con el PPen los sectores ideológicos de la derecha y conservadores, por considerar que estaban siendo desatendidos por Mariano Rajoy y por la línea impuesta en el partido entonces en el Gobierno.

Sin duda, lanzar una fuerza política en la derecha ofrece en Españadificultades sin cuento. Que se lo pregunten, por ejemplo, a Vox. Pero si, además, el partido que hasta ahora ha casi monopolizado ese votorectifica algunas de las derivas que le habían alejado de su electorado natural, entonces la empresa se convierte en imposible.

Igualmente, están regresando al PP votos de la derecha que podríamos llamar «aznarista». O sea, de quienes, siguiendo al ex presidente del Gobierno y ex presidente del partido José María Aznar, se habían alejado del hogar familiar por discrepancias políticas e ideológicas, pero también personales, con la línea Rajoy.

A todo lo cual hay que sumar la circunstancia de que está gobernando la izquierda, el socialismo de Pedro Sánchez.

Al PP le va a venir muy bien, electoralmente hablando, haberseconvertido en el primer partido de la oposición. Porque no pocos de los que dudaban en votarles, o incluso ya habían decidido no hacerlo, están rectificando, al comprobar el estilo y ejecutoria del actual Gobierno. Van a querer corregir las cosas, retornando para ello al redil popular. O sea, volviendo a votar al PP.

 

 

FUENTE: ELCONFIDENCIALDIGITAL