Pedro Sánchez y Susana Díaz han dejado atrás sus diferencias y han escenificado la unidad con la que el PSOE afronta las elecciones andaluzas del 2 de diciembre. El presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas ha expresado el respaldo incondicional del partido a quien fuera su rival en las primarias internas que le devolvieron a Ferraz hace año y medio tras una crisis de tales proporciones que amenazó con romper la formación. Ese tiempo queda muy lejos, según se han afanado ambos en trasladar ante el millar de cuadros, militantes y simpatizantes que han acudido desde toda Andalucía a la proclamación de Díaz en el comité director del PSOE de Andalucía.
El cierre de filas del PSOE contrasta con la división palpable en el PP, donde su presidente, Pablo Casado, hará una campaña paralela a la del candidato, Juan Manuel Moreno, que en las primarias de julio apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría.
«Tenía ganas de estar aquí para deciros y decirle lo siguiente a la persona protagonista de este día: Susana, estoy contigo. Estamos contigo. Todos los socialistas españoles y andaluces están detrás de ti», ha sido el mensaje que Sánchez ha trasladado desde el inicio de su intervención. «Susana, tienes detrás a todo el partido para que vuelvas a ganar las elecciones en Andalucía», ha reiterado. «Gracias Pedro por venir a hablar bien de Andalucía», ha agradecido la dirigente de la federación socialista más importante y poderosa, que gobierna ininterrumpidamente la comunidad desde la restauración de la democracia. Una excepción en el Estado de las autonomías.
«Sois el espejo en el que nos miramos los socialistas de España», ha incidido Sánchez, que ha puesto como ejemplo que Andalucía asumiera el coste de servicios como la dependencia, la educación y la sanidad frente a los recortes aplicados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. «¿Qué hubiera sido de la sanidad o la educación sin una España de las autonomías estos últimos siete años? Si se han mantenido ha sido gracias al autogobierno de Andalucía», ha remarcado el presidente, frente a los discursos «recentralizadores» de PP y Ciudadanos. Otro ejemplo que ha puesto ha sido la política de concesión de matrículas gratuitas a los universitarios andaluces.
Díaz también ha incidido en identificar las políticas andaluzas con las españolas. «El mayor compromiso que tengo como presidenta de Andalucía es defender esta tierra dentro y fuera. Los intereses de Andalucía son los de España. Una Andalucía más justa dentro de una España mejor».
La dirigente andaluza ha subrayado la buena sintonía en el arranque de su intervención y la importancia de contar con el respaldo del PSOE nacional. «Pedro trae el cariño de los socialistas de todos los rincones de España, porque saben que aquí está la política progresista que cambia la política de España», ha señalado. «Viene un presidente del Gobierno que viene a hablar bien de Andalucía, a comprometerse con Andalucía, porque lo que quiere es que a Andalucía le vaya mejor».
Díaz ha enfatizado ese compromiso para contraponerlo con las intenciones del resto de líderes nacionales que van a desplazarse a la comunidad para hacer campaña electoral. «Frente a la ilusión y las ganas vamos a tener a unos tíos cenizos, a los que llegan como pregoneros del apocalipsis, los que estarán por aquí, unos más y unos menos, hasta el 2 de diciembre, pero que el 3 de diciembre cogerán sus maletas y se irán a Madrid a sermonear en España, porque lo que les interesa es eso: atacar al Gobierno, a Pedro», ha indicado en referencia al dirigente popular, Pablo Casado, y al de Ciudadanos, Albert Rivera, si bien no ha mencionado a ninguno de ellos, ni a sus siglas políticas.
Sí los ha citado el líder del PSOE, que cree que las formaciones de Casado y Rivera «están alimentando a la ultraderecha» con su «abandono» de un discurso «moderado». «Cuando surge esa ultraderecha, la derecha no dice nada. Y Casado dice que comparten los valores esenciales de la ultraderecha. Le pido que diga cuáles; nosotros, ninguno», ha sentenciado mientras banderas de Andalucía ondeaban en una pantalla gigante del salón abarrotado del NH Collection de Sevilla, donde se ha celebrado el acto.
En su alocución, Díaz ha hecho una defensa de su gestión en estos tres años y medio de legislatura, destacando, como ha hecho Sánchez, los compromisos e inversiones en materia social y económica, como un ejemplo de «política de izquierdas auténtica» que ha contrapuesto a la de austeridad preconizada por el Gobierno de Mariano Rajoy y a las populistas de Podemos. «No todos nos hemos enfrentado igual a la crisis. Hay quien lo hizo con una economía sin alma, sin preocuparse por la gente. Otros lo hicieron con mensajes muy fáciles y directos, simplistas, y demagogos que pretendían en el regate corto ganar un puñado de votos», ha señalado. Destacar la recuperación de los derechos sociales, tan mermados durante la crisis económica, va a ser uno de los ejes de la campaña del PSOE en la comunidad.
Consciente de que después del 2 de diciembre la aritmética parlamentaria va a ser decisiva para poder gobernar, Díaz también ha aludido a la necesidad de diálogo tras las elecciones. «Desde mi profundo orgullo de andaluza sé que entramos en un tiempo distinto donde los ciudadanos nos piden diálogo y acuerdo», ha indicado. La dirigente socialista es consciente de que uno de sus principales obstáculos va a ser lidiar con la imagen de inmovilismo e inflexibilidad que sugieren estos casi 40 de gobierno ininterrumpido del PSOE en Andalucía.
La presidenta ha introducido en la campaña el concepto de Gobierno de «banda ancha» para ilustrar la elasticidad de su Ejecutivo. «En la banda ancha del PSOE todos aportan. Ese diseño de banda ancha es el que deseo para Andalucía y para eso hay que abrir el partido. La banda ancha permite pactar con los sindicatos, pero también hablar con los empresarios para garantizar sueldos dignos. Es capaz de entender las necesidades de la universidad en el ámbito de la innovación y al mismo tiempo poner matrículas gratuitas para que las condiciones económicas de los chavales no sean un obstáculo. Es capaz de impulsar un mundo rural del siglo XXI, pero también una agenda urbana donde las nuevas tecnologías se ponen al servicio de la movilidad», ha explicado.
En esta línea también ha querido recordar que en estos 40 años, el PSOE no ha gobernado solo: «Aquí sí ha habido otras fuerzas políticas que, con el PSOE, han aportado para hacer una política más justa y progresista, porque el PSOE-A siempre ha tenido capacidad para gobernar con unos y con otros».
La bandera andaluza
Díaz quiere una campaña centrada en Andalucía, que quede al margen de la «inestabilidad» del resto de España, por eso la presencia de la bandera de la comunidad no es baladí. En el PSOE insisten en apuntar que en el resto de actos del PP o Ciudadanos solo se ven banderas españolas, ninguna andaluza, en una muestra de cómo sus líderes están utilizando la campaña como campo de batalla nacional por el dominio del centroderecha, sin preocuparse por los problemas de los andaluces.
Los responsables del partido consultados, entre los que se encuentran partidarios y críticos de Sánchez y Díaz, coinciden en que Andalucía tendrá, como cualquier federación socialista, autonomía para diseñar una campaña pensada en clave regional. Sus encargados se coordinarán con el comité de acción electoral, activo desde hace dos semanas.
El coordinador general es el secretario de Organización y número tres del PSOE, José Luis Ábalos, que mantiene una buena relación con el responsable de Organización del socialismo andaluz, Juan Cornejo. Pese a defender posiciones contrarias, dirigentes del PSOE-A guardan una opinión positiva de Ábalos desde la crisis que dividió a los socialistas hace dos años y que fue decisiva para la investidura de Mariano Rajoy. La comunicación también es fluida entre el jefe de gabinete de Sánchez en La Moncloa, Iván Redondo, y Máximo Díaz-Cano, secretario general de la presidenta de Andalucía.
