Pedro Sánchez ha declarado la guerra a Albert Rivera tras reclamarle en el Congreso de los Diputados que hiciera pública su tesis doctoral ante las acusaciones de plagio. Pero este duro encontronazo no ha sido el motivo del divorcio total entre el presidente y el líder de Ciudadanos. La relación está “completamente rota” desde la moción de censura.

En febrero de 2016, Sánchez y Rivera posaban sonrientes en el Congreso, con el cuadro de Juan Genovés como telón de fondo. Los equipos del PSOE y de Ciudadanos acababan de cerrar un acuerdo de gobierno, el conocido como “Pacto del Abrazo”.

Era un acuerdo dirigido a apoyar la investidura de Sánchez como presidente y fruto de jornadas maratonianas de negociación. Sus propios colaboradores lo ratifican ahora: nada hubiera sido posible sin la intervención directa de los dos líderes. “Sólo Sánchez y Rivera consiguieron desencallar el pacto cuando se temía la ruptura”, destacan.

Moncloa y C’s admiten que “la relación está rota”

Dos años después, en el entorno de ambos dirigentes admiten a Confidencial Digital que “la relación en lo personal está completamente rota”.

Pedro Sánchez y Albert Rivera coinciden en los plenos del Congreso y en otros actos institucionales, pero “hace ya varios meses que no hay las sonrisas, la sintonía y la complicidad de antes”, explican.

Sus colaboradores más directos reconocen que los dos líderes atraviesan un “período de progresivo distanciamiento” y en sus últimos “encuentros forzosos” se han limitado a un “frío apretón de manos”.

“Pero la ruptura no viene por el ataque de Rivera a Sánchez con la tesis. No se hablan desde hace cuatro meses.”, confirman ambas partes a ECD.  Revelan que Sánchez y Rivera “solo han mantenido los contactos absolutamente imprescindibles” en todo este tiempo.

Han dejado de intercambiarse mensajes y el presidente no ha consultado a Albert Rivera sobre asuntos de Estado, como la estrategia a seguir en Cataluña, el techo de gasto o la recién anunciada reforma constitucional para suprimir los aforamientos.

El conflicto se remonta a la moción de censura

Esta ruptura comenzó en el debate de la moción de censura, celebrado el pasado 31 de mayo, que concluyó al día siguiente con Pedro Sánchez en La Moncloa.

En la réplica al presidente de Ciudadanos, Sánchez desveló que, en unas conversaciones entre el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, el número dos de Rivera le adelantó que no iban a aprobar el techo de gasto ni los Presupuestos de 2019 que el Gobierno Rajoy debía presentar unas semanas más tarde.

Sánchez realizó estas afirmaciones, extraídas de unas conversaciones privadas entre Ábalos y Villegas, para dejar en evidencia a Rivera, que, a su juicio, presumía entonces de ser “una persona leal al PP y al Gobierno”.

Una “indiscreción” del líder del PSOE que indignó profundamente al dirigente de C’s. A partir de ese momento, explican fuentes conocedoras del conflicto, la relación entre ambos es “prácticamente inexistente”.

Rivera no ha pisado La Moncloa con Sánchez

Uno de los hechos que reflejan esta “ruptura total” es que Pedro Sánchez se ha entrevistado en La Moncloa con el recién elegido presidente del PP, Pablo Casado.

También ha invitado hasta en dos ocasiones al líder de Podemos, Pablo Iglesias, con el que el presidente del Gobierno lleva semanas en contacto telefónico permanente para cerrar un acuerdo de Presupuestos para 2019.

Ha recibido al presidente de la Generalitat, Quim Torra; al líder del PNV, Andoni Ortuzar; a los dirigentes empresariales y sindicales… y hasta al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. A todos, menos a Albert Rivera, el representante de la cuarta fuerza política del país.

Además, por el momento, “al teléfono de Rivera no están llegando llamadas ni mensajes de Pedro Sánchez”, según confirman a ECD personas de la máxima confianza del líder de Ciudadanos.

Villegas es el interlocutor con Ábalos y Lastra

Ante la falta de sintonía entre ambos líderes, dirigentes del PSOE y Ciudadanos confirman a ECD que los contactos de alto nivel entre los dos partidos están siendo protagonizados por José Manuel Villegas por parte del partido de Albert Rivera.

Al otro lado, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y la portavoz parlamentaria socialista, Adriana Lastra, ejercen como interlocutores con la formación naranja en representación del Gobierno y de Ferraz, respectivamente.

No cuenta con Rivera porque tiene a Pablo Iglesias

Fuentes de Moncloa reconocen a Confidencial Digital que esta tensa situación está intentando ser aprovechada por Pedro Sánchez. Concluyen que el desgaste que pueda provocar la dura ofensiva de Ciudadanos contra el presidente por la tesis doctoral “no será perjudicial si acaba beneficiando a Podemos”.

El partido de Pablo Iglesias es el principal aliado y socio prioritario del Ejecutivo. “Eso es lo que fastidia ahora mismo a Rivera, porque queda fuera de juego”, afirman.

La prioridad del presidente es el apoyo cerrado de Pablo Iglesias para que el PSOE y Podemos puedan formar una coalición de gobierno en la próxima legislatura. “Si Podemos sube un poco en las encuestas, aunque sea a costa del PSOE, nos viene igualmente muy bien”, aseguran.

 
 
 
 
FUENTE: ELCONFIDENCIALDIGITAL