ÁNGEL MONTIEL

 

Pedro Antonio Sánchez todavía tiene abiertos otro par de casos (Guardería y Auditorio), que suman 19 de los 17 que a lo largo de su trayectoria ha cerrado a su favor en los juzgados

Uno de los problemas del PP en el tránsito hacia el avispero electoral de esta mortal primavera era la acumulación de procesos judiciales que salpicarían inesperadamente la actualidad. El reguero de casos de corrupción en manos de la Justicia, tanto en el ámbito nacional como el autonómico, es tal que a cada momento cabe esperar el susto, la interrupción indeseada de las proclamaciones electorales con el consiguiente recordatorio de un pasado inmediato poco edificante. No importa que la ‘nueva generación’ popular se quiera desentender de lo que hicieran sus predecesores, pues no solo dejaron de denunciarlo sino que se han visto obligados a defenderlo, incluso en sede parlamentaria, como una mala herencia que deben aceptar por algún extraño determinismo partidista (véanse los casos Desaladora de Escombreras o Novo Carthago, auténticas cajas de bombas que podrían activarse de un momento a otro).

Sin embargo, el mayor riesgo para la estabilidad del actual establecimiento gobernante del PP en la Región de Murcia procede del destino judicial de los casos que afectan a Pedro Antonio Sánchez, padre e inspirador de la generación que se ha hecho con el partido tras que el triunvirato Valcárcel-Cámara-Barreiro permitió, a trancas y barrancas, que saltara el tapón sucesorio una vez que, al menos los dos primeros, percibieran que no quedaba una gota más de poder por exprimir, y decidieron instalarse en confortables estamentos paralelos.

Pero para quienes creían que a la caída política de Sánchez, hace ahora dos años, se sumaría el baldón que supondría su reincidencia preelectoral en los banquillos judiciales y que esto actuaría como rémora definitiva para la generación a la que impulsó en su día, las malas noticias se suceden. La última, el archivo de su imputación en el caso Púnica, como antes en Pasarelas. Todavía tiene abiertos otro par de casos (Guardería y Auditorio), que suman 19 de los 17 que a lo largo de su trayectoria política ha cerrado a su favor en los juzgados, entre penales, civiles, administrativos… Los tranquilos y mudos mensajes que envía en las fotos de los atardeceres de Miami a través de Instagram van teniendo su traducción pausada en archivos judiciales. Conténgase la respiración.