Alberto. Después del “haraquiri “ de Teo, el estar sin estar de Pablo Casado y el pulso de Ayuso que ha vuelto a salirse con la suya porque tiene detrás a un auténtico gurú  de la comunicación y estrategia política, Miguel Angel Rodríguez, MAR para los amigos; el PP, ya te digo ,  pasa su catarsis, ve clarear su horizonte y , mira por dónde, va derechito a una de época de solidez que es lo que proporcionan los líderes sólidos , exactamente lo que es Alberto Núñez Feijóo. Un tipo serio, convincente, firme, coherente. Un líder carismático, en suma. Y por ello, Pedro Sánchez ha pasado en pocos días de divertirse con el ppifostio” de la calle Génova a preocuparse seriamente con la anunciada arribada del talismán gallego que llega después de conseguir cuatro victorias electorales consecutivas. Simplemente Feijóo. Como será la cosa que ya hay encuestas de Metroscopia señalando que el nuevo líder popular ya superaría en preferencias, incluso entre votantes socialistas,  a Pedro Sánchez. Telita demoscópica. Ya nos vale. Feijóo prepara su aterrizaje en Madrid vía Sevilla.  Y el PP recupera la esperanza.

Fernando. “Ni tutelas, ni tutías” clamó Manuel Fraga al final de un Congreso en Sevilla ( Sevilla, siempre Sevilla) cuando se trataba de darle el relevo a José María Aznar . Fraga, cuya talla intelectual nadie discutió ni discute, lanzaba así un hábil reto a su sucesor. Vuela alto, sé tú mismo que yo me voy para Galicia (curiosa jugada inversa del destino). Aplícate el cuento López Miras. Altura de miras, López Miras. Se acabaron las tutelas y las tutías. Ni Juan, Perico ni Andrés. Se tú mismo y vuela alto. Acierta o equivócate. Pero hazlo tú y solo tú. Para hacértelo fácil lector, Fernando López Miras tiene ante sí la oportunidad de elevar y consolidar un perfil propio. Despejado su horizonte político por las circunstancias sobrevenidas y habiendo marcado las distancias necesarias, López Miras tiene por delante la tarea de convertirse en un auténtico barón del PP. El ser humano no es un participio. Es un constante gerundio. Lo decía Ortega y Gasset y qué razón tenía, oye, el maestro. Somos un proceso.”  Y en ese proceso López Miras, Fernando tiene ante sí una oportunidad diferencial. En su mano, y solo en su mano, está aprovecharla. No solo por la baronía nacional sino también por el liderazgo regional. Que el congreso vendrá y Patricia Fernández, que tiene su propio equipo asesor externo, ya calienta motores. Y, ya sabes , camarón que se duerme…

 

 

 Teodoro. “Hoy semos y mañana “estautas que dicen mis queridos huertanos de La Albatalía . Ayer, Teo era el todopoderoso secretario general. Hoy es una “estauta” política. Por crudo que parezca, así es y así parece cuando miras su escaño en el Congreso relegado a la cuarta fila por su “compiyogui” Cuca Gamarra y en las cercanías de su opositora Cayetana Álvarez de Toledo. Vivir para ver. Tú fíjate las vueltas que da la vida y a ver si te convences. Vuelvo a Ortega. Somos gerundio. Un gerundio constante y nunca un participio. La rueda de la vida.

Luego está la lectura política . Las como son. Que Murcia pierda un puesto orgánico tan alto no es buena noticia para los murcianos. Que los árboles no te impidan ver el bosque. Con Teo había un poderoso e influyente interlocutor en Madrid. Y hoy no disponemos de esa figura.

Pablo. Casado y sus consecuencias.  Cuestión de perspectiva. Aquí conocemos al Teo de Murcia, pero no al de Madrid. Al Teo de Pablo. No sé si me explico. Teo dice que jamás ha tomado una decisión sin conocimiento previo de Pablo. Es decir fidelidad a Casado al cien por cien. Lealtad al amigo que confió en él para darle las riendas de la secretaría general. Habrá que creerle. Aunque solo sea porque uno sabe por experiencia propia, que eso de ser el escudo del presidente es cosa jodida y al final tu espalda se va quedando como las fachadas de Kiev. Gajes del oficio tú me dirás y tienes toda la razón. Por eso no te extrañe que después de unos días testando apoyos y desamparos, el ciezano esté deshojando la margarita. O abandona la política tras el Congreso de Sevilla, como ya ha anunciado uno de sus fieles, el vicesecretario de comunicación Pablo Montesinos, o permanece en el grupo popular aguantando carros y carretas. Esteban González Pons, uno de los nuevos jefes de filas de Feijóo, ya le ha pedido que no se vaya. Que siga en política. Y hay quien asegura que debajo de esa petición puede haber una promesa de continuidad en el comité ejecutivo y alguna otra vía decorosa. Pero todo eso estaría por ver. Y tendría ,en todo caso, que bendecirlo el patriarca gallego.  Si se decide por el adiós, es decir por reinventarse, me cuenta mi enano infiltrado, ese reportero cabroncete que en todas partes se mete, salidas no le van a faltar. Desde determinada universidad privada que te puedes imaginar hasta cierto consorcio de lobistas que en los últimos años ha estado muy pujante. Y hasta ahí puedo, y debo, leer…

 

 

J.A. RUIZ VIVO