«ES MUCHO LO QUE HEMOS CONSEGUIDO EN ESTOS ÚLTIMOS TREINTA Y CINCO AÑOS»

«Es mucho lo que hemos conseguido en estos últimos treinta y cinco años de vigencia de nuestro ESTATUTO DE AUTONOMÍA».- Esta bellísima frase ha salido de la ardiente mente, joven, por insolación política y consigna triunfalista, de nuestro recién inaugurado Presidente  del Gobierno regional, el chaval LOPEZ MIRAS.

La hemos copiado, resumiendo la mentira oculta, textualmente, de un artículo suyo,  publicado  este viernes pasado en el diario La verdad, para que no se diga que somos crueles e hipercríticos con el régimen murciano y toda la Corte que le apoya. La frase nos suena, a otra similar de Valcárcel, con ocasión del Día de la Región en el año 2008 del Señor.-Y otros, demasiados, más, de autobombo cándido.

Como comprenderán los lectores, me he rulado  de risa tras unos largos segundos de meditación perpleja. Si este señor presidente de la Comunidad Autónoma, monarca reciente de La Corredera, ha leído lo que publica el admirado colega, desde la primera página hasta la treinta y cinco, este mismo viernes, se hubiera quedado grifado, pasmao a punto de darle un soponcio, ya que de esa lectura de sopas de letras, aliñadas con toques de dulzura y una ración de paparajotes, para evitar un cariñoso corte de digestión, el míster cuarto pepero, entenderá que vamos de cráneo. Y si ha leído los sinceros artículos y análisis de Opinión en  VEGA MEDIA PRESS –servidores de ustedes– hubiera llegado a la conclusión de que el millón y medio de murcianas y murcianos, vamos para el arrastre  taurino, hasta tal punto de que la siempre progubernamental Patronal, asesora del  mando de todos los tiempos ( hasta la presidencia de Miguel del Toro ), amenaza con movilizaciones huelguistas empresariales, que no creo aunque me lean los Evangelios, multiplicadas con la colaboración de las confluencias y mareas podemitas, movidas socialistas y los responsos de Ciudadanos, convertidos en cuáqueros políticos aunque aliados intransigentes de sus propios  socios, al rostro del poncio le llegaría la mala color y mariposas en el estómago por no decir la verdad y toda la verdad, como el incendio del agua, ayer, hoy y quien sabe qué, mañana, si un parto o un aborto, todos los días, meses y años que nos esperan, escasamente optimistas, mientras seguimos nuestras corridas –o recorrido o travesías– por el desierto que nos amenaza. (En la más estricta intimidad apunto que con el caudillo las cosas iban mejor en lo del agua).

Lo de siempre, la Región, a la puta cola, y en caída libre, desde  la instauración del polémico ESTADO DE LAS AUTONOMIAS, que ahora alegran las esperanzas separatistas de algunos «territorios».

Nosotros, posiblemente, apareceremos con un modesto partido regional que asusta a las  cuatro grandes Moncloas del cuatripartito milagrero, desde Suárez, pero es evidente, o casi evidente, que la Casa de los Espíritus, residencia oficial del Gran Hermano gallego, no es culpable de la mala dirección, guionistas y productores mafiosos del filme LOS SOBORNADOS, un remake dramático que suena a chiste como el montaje técnico e imaginativo del  chache y el  sobrino que pensaban hacer negocio con el espectáculo de la Paramount Picture, un cuento garrulo o fábula que produjo cantidad de risas y carcajadas a los buenos ecologistas que no ponen la mano.

Eso sí, me informan que hay perspectivas de rodar otras películas cuando gobiernen los de la nueva alternativa curandera, que son para Oscar sus primeras rutilantes estrellas, entre cine y teatro y circo a imitación de QUO  VADIS. Una superproducción en tecnicolor preparada por Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, algo como ciencia ficción con escenas refrescantes, como la traída de agua al Sureste-Murcia con posibilidades de mojar esta vez, desde el Ródano francés, y el Ebro, que aparece como rio fronterizo de Aragón y Cataluña, ya independizadas.
 

Nos copian los malditos porque desde el «aznarato» del genio cuando  ofreció agua a cambio de votos murcianos en un acto electoral propio de una democracia de primera, en nuestra mesa de redacción quedó escrito que  abusaban de nosotros, pobres infelices que votamos con la nariz tapada. A ver, a ver , a ver si me acuerdo. ¡Ah, si, ya recuerdo! Después llegó el Día de la Región, cuando nos dan festivales made in Vivo. Los rollos de siempre. El día 9 de Junio de 2008 escribí, y sostengo lo dicho ahora mismo, unas reflexiones que supo mal, pero resumo la entrada, como castigo. El artículo  lo titulé con algo de exceso indignado. O es verdad todo. «MUCHAS MENTIRAS».

«Muchas mentiras. La fábula del agua es insostenible, no nos creemos nada, señor Valcárcel y colaboradores, patronos y sindicatos. Mirando al futuro con esperanza, anuncian algunos políticos instalados en el poder y los  pesebres dorados. La fiesta de la región nos ha traído una lluvia de adjetivos explicando que esta Comunidad Autónoma es un paraíso, que aquí se progresa y con la falsa ilusión de estar en Jauja. Todos sabemos de nuestros duros problemas sin resolver, el barco está anclado. Aquí sabemos que tenemos los sueldos más bajos de España. Y lógicamente las pensiones porque ingresamos menos. Que no llega el AVE. Que nuestras autovías se han hecho pequeñas. Que los trenes son de lo peorcito. Que el turismo anda apalancado. Que la Sanidad se ha estancado y siguen las camas en los pasillos. Que la corrupción y la especulación se han disparado como un cohete, convirtiéndonos en motivo de análisis de los medios de medio mundo. Somos noticia de malas noticias. Ni siquiera el agua, un derecho casi divino y totalmente humano, se nos niega en la capital de la nación, en la floreciente Zaragoza. Menos voluntad en Cataluña. Todo es para ellos. Me pregunto si nos merecemos este desastre bíblico que sufrimos por responsabilidad incompetente de nuestros dirigentes políticos, sociales, económicos y financieros. Llevamos sobre nuestras espaldas el sufrimiento de trabajar mucho y cobrar poco. Estamos a la cola del tren autonómico. Valcárcel tendrá que pasar muchas noches en vela, si es que tiene conciencia. Vivimos en la soledad, y será por mucho tiempo. Que vergüenza.». 

Sí, esto escribía  hace NUEVE AÑOS. Parece una pesadilla. Y nosotros les votamos, tirando la papeleta. En una urna que reivindica unos derechos. Se nos ignoraba y seguimos en estado de crisis estable.

Y este chico, el presidente, nos trata de acunar en la resignación con excesos oratorios. Queremos hechos y pocas palabras, presidente. Y un nuevo camino que haga realidad ese eslogan de que MURCIA EXISTE, y no ese otro, de que en Murcia no passssa ná. Termino, no hay que tentar al demonio.

JOSÉ JUAN CANO VERA