Diego Conesa se ve el año que viene gobernando en San Esteban, solo o acompañado, sin saber en estos tiempos tan volátiles si lo haría con Podemos o con Ciudadanos. Al partido naranja no le faltarán pretendientes; tocará bola con uno o con otro. Al calor de las últimas muestras demoscópicas -sobre todo la del Cemop- y de las bazas que jugará como delegado del Gobierno, de la mano de las grandes inversiones que dependen del Ejecutivo central, Conesa insistió en su convicción de que los socialistas pueden conseguir un mínimo de catorce diputados, uno más que ahora, y luego a negociar. Si Vox muerde votos en la izquierda -en la derecha se da por supuesto-, opina que pescaría más entre los descontentos que recalaron en Podemos, y no en el redil socialista.

En un desayuno con los medios de comunicación para hacer balance y proyectar su entusiasmo, Conesa recordó ayer la trinidad que ejerce como gobernador civil, secretario general del PSRM y candidato a la presidencia de la Comunidad, un accidente inédito en la política regional que durará hasta mediados o finales de marzo, cuando deje la Delegación para volcarse en la campaña. Lo hará al mismo tiempo que otros dos colegas suyos que comparten una situación similar en otras comunidades autónomas. ¿Su sustituto? Dejó caer que podría ser una mujer.

No cree Conesa que haya un ‘superdomingo’ electoral en mayo para hacer confluir las elecciones generales con el resto de comicios, y su opinión está basada en su reunión del miércoles en Madrid con Pedro Sánchez y otros barones socialistas. Cree que el Gobierno agotará la legislatura o, como alternativa, aguantará hasta final del año que viene.

Rebelión de los barones

Niega que exista, y se acreciente, una división interna de los presidentes de Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón y Comunidad Valenciana, frente a Pedro Sanchez y el aparato de Ferraz. Si Fernández Vara, Emiliano García-Page, Javier Lambán y Ximo Puig, temen por sus liderazgos tras la debacle socialista en Andalucía -por culpa de la política de Sánchez hacia Cataluña y de otros devaneos de los ministros-, cabe pensar que Diego Conesa también se vea arrastrado al fondo, antes siquiera de rozar el Gobierno de la Comunidad. Pero no le ve así. Al contrario, muestra un discurso optimista.

Apunta asimismo que la organización al completo del PSRM-PSOE se implicará en las próximas elecciones, y apuntó que María González, su contrincante en las primarias, podría jugar un papel en un futuro reparto de responsabilidades. Avanzó igualmente que piensa realizar una campaña austera y que no pedirá préstamos a los bancos para costearla.

Como defensor de la gestión del Gobierno y sus ministros, Conesa actúa como correa de transmisión. Aunque deslizó un comentario sobre la conveniencia de la caza, a diferencia de la ministra Teresa Ribera; y se prodigó en que hay que defender los símbolos y valores nacionales.

Cambios para la concertada

Todo estaba preparado para que ayer empezara la mudanza a la sede remozada de la Delegación del Gobierno, cuyas obras han durado lo que una legislatura. Conesa confesó que ni se había enterado del inminente cambio de inmueble, de lo apretada que tiene la agenda. Prepara la visita del ministro de Cultura y Deportes, José Guirao, para este sábado, y los que vendrán después. Su prioridad es la agenda social para combatir «las grandes desigualdades» que existen todavía en la Región, destaca, y que es lo que guiará su gestión y acción de Gobierno.

Como quien toma medidas para un traje, va perfilando su futura agenda en el caso de que gobierne: reducir el número de consejerías a nueve, eliminar tres o cuatro direcciones generales y meter mucho la tijera en el número de asesores y cargos de confianza. En Sanidad, es partidario de aplicar políticas de prevención para contener los gastos en hospitalización y tratamientos. Sobre la educación concertada, indicó que no está por la confrontación, pero sí opina que hay que cambiar los parámetros a la hora de distribuir los fondos y las plazas escolares. Es partidario, por otra parte, de aplicar mecanismos de compensación a la Región – en el reparto de fondos específicos y de inversiones- para mejorar la financiación que recibe del Estado, a la espera de que se negocie el nuevo sistema de financiación autonómica.

Conesa comentó que está dispuesto a asumir la factura que le pueda pasar el cambio de planes para la llegada del AVE a Murcia. «Hemos conseguido que la Región no salga más en las portadas nacionales», declaró. Está preparado para un repunte de la conflictividad en las vías cuando se cierre el paso a nivel de Santiago el Mayor. A su juicio, hay actitudes que van en el ser de las personas. (La Plataforma Pro Soterramiento piensa cantarle el aguilando a los trabajadores de las vías; gesto navideño programado para hoy a las 8 de la tarde).

El candidato socialista, que viene de una cultura municipalista, mostró sus cartas, objetivos y reflexiones para tratar de darle la vuelta a la Región como si fuera un calcetín. Sabedor de que hay demasiados factores exógenos que decantarán el resultado. Otros dependerán de él.

 
 

FUENTE: LAVERDAD