Treinta días después de las autonómicas en Cataluña, la tendencia electoral de hace meses se acentúa: el bloque constitucionalista mantiene su ascenso mientras el secesionismo pierde fuelle, aunque mantiene la mayoría absoluta por un solo escaño.

 

El eviterno culebrón catalán sigue poniendo a prueba la capacidad de aguante de la ciudadanía catalana que, en el mes que ha transcurrido desde la cita electoral de diciembre, confirma la tendencia que se llevaba dibujando desde hace meses: según se desprende del estudio de intención de voto de NC Report para LA RAZÓN el bloque constitucionalista seguiría creciendo y recortando distancias con los partidos independentistas, que perderían 137.340 votos. Concretamente, Ciudadanos (Cs), PSOE y PP lograrían hoy conjuntamente 59 escaños frente a los 57 que sumaron el 21-D. Este incremento de dos escaños se lograría a costa del que pierden los partidos independentistas (JxCat, ERC y CUP), que pasan de 70 a 69, y otro que pierden los comunes de Ada Colau, que pasan de 8 a 7. A pesar de que apenas han transcurrido 4 semanas desde las últimas elecciones en Cataluña, los secesionistas se han dejado 9 décimas de punto mientras que las formaciones partidarias de que Cataluña siga siendo parte de España suben 1,6 puntos. De esta manera, como se dijo anteriormente, las distancias se acercan aun más de lo que lo hicieron en septiembre pasando a ser de 1,5 puntos de ventaja (46,6% frente al 45,1%) para los independentistas cuando el 21-D fue de 4 puntos porcentuales (47,5% frente al 43,5%).

 

En un mes en el que el ex president Puigdemont ha intentado incrementar al máximo la presión sobre sus socios independentistas para lograr una investidura poco menos que imposible, el bloque secesionista se ha dejado un escaño y pasa de 70 a 69 por lo que sigue conservando la mayoría absoluta en el Parlament. Es preciso recordar que, debido a su postura tan equidistante como errática, para todos estos cálculos no se ha contado a los Comunes de Ada Colau en ninguno de los bloques antagónicos.

Ciudadanos volvería a ganar hoy las elecciones según la encuesta de NC Report: de 36 escaños pasaría a tener 37. La formación liderada por Inés Arrimadas pierde no obstante casi 70.000 votos y cuatro décimas de intención de voto (pasa del 25,4% al 24,9%). La razón de que, pese a estos datos, el partido naranja gane un escaño es el desplome de la participación, que baja en más 200.000 sufragios válidos, circunstancia que provoca que todas los partidos políticos (con la única excepción del Partido Popular) pierdan votos.

El partido del ex president Puigdemont, Junts per Catalunya, se mantiene en el resultado que obtuvo en diciembre. La estrategia del huido líder de los nacionalistas catalanes parece estar dando su fruto ya que apenas pierde 12.000 votos y mantiene sus 34 escaños, los mismos en los que Puigdemont basa sus opciones a la reelección. Esta pérdida de votos es claramente menos que la de sus compañeros de bloque y pude adscribirse enteramente al citado bajon en la participación. Este mismo declive es el que explica el incremento en 8 décimas de la intención de voto de este partido. Parece pertinente especificar que el trabajo de campo en el que se basan los resultados se llevó a cabo desde el 15 al 19 de enero, es decir, coincidiendo exactamente con la publicación de la sentencia del «caso Palau», por la que el Tribunal Supremo condenó a los ex cargos convergentes Millet y Montull a nueve años y ocho meses y a siete años y seis meses, respectivamente; además de cifrar en 6,6 millones euros la cantidad a devolver por CDC por el saqueo al que sometieron al Palau de la Música de Barcelona. Por tanto el coste que el heredero de Convergencia ha tenido que pagar por este considerable caso de corrupción ha sido bastante limitado.

Junqueras no está sabiendo transformar el victimismo del relato que su partido propaga en un crecimiento en intención de voto: ERC es de hecho la formación política que más votos pierde, más de 77.000 según el sondeo de NC Report. Estas 8 décimas de descenso en el reparto de sufragios se traduce en la pérdida de un escaño, el que pierde el bloque independentista. La CUP sigue en la tendencia a la baja que confirmaron los comicios del 21-D. La formación antisistema no llega a perder un diputado pero se deja un punto en intención de voto (pasa del 4,55 al 3,5%) y nada menos que 47.000 votos. Parece que la radicalización a ultranza de las posturas de esta formación política le hace perder las simpatías con las que contaron en 2015.

Los Comunes de Ada Colau continúan desangrándose en Cataluña y se muestran incapaces de que su postura igualmente contraría a la Declaración Unilateral de Independencia y al 155 del gobierno cale entre los catalanes. Si los 8 escaños del 21-D fueron decepcionantes para la franquicia de Podemos en Cataluña, aun lo es más el hecho de que, según la encuesta, perderían uno más y se quedarían en 7.

 

 

 

 

 

 

 

 

FUENTE: LARAZON