La politización a la que se encaminan de manera imparable los homenajes a las víctimas del 17-A han generado preocupación también en el sector del comercio y la restauración de Barcelona. Los empresarios de la capital catalana, que se admiten preocupados por los efectos económicos que tuvieron los atentados y lo largo de su recuperación, emitieron ayer un comunicado en el que reclamaron abandonar las luchas partidistas durante la jornada «después de un año especialmente duro».

En su misiva, dirigida a las «administraciones públicas» pero no a partidos o colectivos en concreto, recuerdan que los homenajes deben ser unos actos «abiertos a todo el mundo», aludiendo de manera implícita a las críticas en el mundo independentista por la presencia del Rey y la Reina Letizia, contra quienesse prevén protestas.

Firmada por el Gremio de Restauración de Barcelona, la Fundación Barcelona Comerç, la patronal Pimec -que aglutina a la pequeña y mediana empresa- y Barcelona Oberta piden que se respete «el carácter estrictamente conmemorativo» de unos actos «para recordar y honrar a las víctimas y reafirmar el compromiso de toda la sociedad con la paz». Pese al espíritu crítico de la carta, sus firmantes aseguran ser políticamente heterogéneos y, por ellos, no les corresponde «valorar determinadas reivindicaciones políticas, a pesar de considerarlas, como es obvio, completamente legítimas».

En el comunicado prevalece en todo momento su interés porque los choques políticos que se den tras el 17-A no afecten a la recuperación económica de la ciudad. Sin mentar en ningún momento las consecuencias económicas que pudo tener el procés, los empresarios sí reclaman que «el debate político se desarrolle sin poner en riesgo la ciudad, su proyección internacional o el funcionamiento habitual de su economía de proximidad». Según recuerdan, ha sido un año «especialmente duro, con un retroceso del consumo notable».

Llamamiento de Òmnium a honrar a Forn y Trapero

El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, instó ayer a convertir el homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) también en una loa a imputados por el procés como el mayor cesado de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, y el ex conseller de Interior Joaquim Forn. Ambos, aseguró, personifican a «los servidores públicos que se jugaron la vida por la seguridad de todos» durante la gestión de los ataques yihadistas.

Mauri considera que durante los actos previstos para el 17 de agosto en Barcelona,los principales homenajeados deben ser «las víctimas y las fuerzas de seguridad» que trabajaron durante los días que duró la alerta. Una propuesta que, a renglón seguido, mezcló con las causas judiciales abiertas en el Tribunal Supremo (TS) y la Audiencia Nacional por el procés y la celebración delreferéndum del 1 de octubre. Trapero fue cesado en octubre tras ser imputado por sedición por la Audiencia Nacional y Forn permanece encarcelado desde hace 10 meses por su papel durante el referéndum mientras era consejero de Interior.

Para justificar su propuesta de incluir un homenaje a ambos, Marcel Mauri sostuvo que Forn está en prisión «de forma absolutamente injusta» por los hechos del procés. Sin explicar la relación que guarda una cosa con la otra, también recordó que fue quien encabezaba el Departamento de Interior durante los atentados. Junto a él situó a Josep Lluís Trapero, por entonces mayor de los Mossos y quien se erigió en la voz de la investigación ante los medios de comunicación. Que se les homenajee, aseguró, es algo habitual «en cualquier otro país» cuando se recuerde también a las víctimas.

El líder de la plataforma soberanista sí rechazó que se otorgue protagonismo al Rey Felipe VI, a quien reclamó que no «busque protagonismo». Mauri no alentó para ese día ninguna protesta concreta contra el Monarca, como sí han hecho otros colectivos independentistas, pero reclamó que la atención se centre en las víctimas y en los cuerpos de seguridad. «Ahí tiene que estar el foco, y en ningún otro sitio. Y que nadie quiera tener el protagonismo que no le corresponde», dijo.

La polémica por la presencia del Rey comenzó la semana pasada cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reveló que Felipe VI y su esposa, la Reina Letizia, acudirían al homenaje a las víctimas del atentado. Cabe recordar que su presencia en los actos del año pasado, poco después de los ataques, junto a la del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue aprovechada por parte del independentismo para politizar los ataques. Ambos mandatarios fueron abucheados y durante la concentración se vieron carteles contra la Monarquía y pancartas a favor de la independencia de Cataluña.

 

 

FUENTE: ELMUNDO