«La gente pasa, la mayoría silenciosa se va de vacaciones y se manipula desde las tertulias»

Siempre la misma pregunta en las altas y medias instancias nacionales y extranjeras. La trama perfecta sigue dando pasos. En caso de que el Gobierno de Rajoy se volviera loco, defecando por miedo a un escándalo internacional con la izquierda radical en las calles y Cataluña, ya independiente como República Popular, gobernada por una burguesía ladrona junto a una extrema izquierda abriendo brechas a las espaldas europeas, al sur de los Pirineos ¿Y luego qué ocurriría? Todos los que lo saben se callan como muertos, la prensa, los políticos comprados y las Fuerzas Armadas convertidas en funcionarios, en convidados de piedra. La respuesta es la misma. Después de la supuesta y peligrosa independencia catalana llegarían otras, y este gran País entraría de lleno en el mismo desastre que Yugoslavia, contagiando a otras regiones de la Unión Europea. El proceso soberanista catalán no es solo un gravísimo problema interno de nuestra nación bailando en la cuerda floja, sino de la Europa Occidental y por elevación, de sus aliados totales. La erosión que sufre España, y el pueblo, viene de lejos, había síntomas, pero los virus han empezado a enfermarnos. Hasta el mismo talentudo Rajoy, tiene conciencia de que se la juega, y nos jugamos, el futuro inmediato. Hasta ir al banquillo en compañía de otros colegas de las bancadas del Parlamento, y del Gobierno, acompañado de la Oposición irresponsable. No teme a los catalanes soberanistas y a sus aliados podemitas, antisistemas y a los comandos terroristas que brujulean desde la sombra. Rajoy teme la escandalera internacional, las manifestaciones de los extremistas de izquierdas y a los ultras de la derecha europea, y sin duda el resurgir de los comandos de ETA pidiendo un Euskadi libre gobernado por los marxistas de Bildu, que supongo llevarían a las cárceles a los santurrones del PNV, en coalición con las tropas mercenarias de Pablo Iglesias y Alberto Garzón, el comunista desertor.
Dos territorios claves, como Cataluña y el País Vasco, quedarían asentados al sur de Francia, alentando a otros movimientos secesionistas europeos. No les faltarían apoyos lejanos. A lo largo de su historia, Europa ha sido sometida hasta con cinco intentos de invasión. La última con los carros blindados de Stalin. Y anteriormente se intentó en España destruyendo la II República, en un mano a mano dramático armado de golpistas militares y civiles contra el creciente e influyente partido comunista, los «nuevos» socialistas de Largo Caballero y del doctor Negrín, y las locuras anarquistas. Los abuelos de los actuales podemitas, CUP, Izquierda Unida capturada, separatistas burgueses republicanos y antisistemas. Nadie sabe de dónde les llega el dinero masivo, pero se apunta que desde Andorra, del Estado español con nosotros sus contribuyentes generosos y con fondos negros de potencias que llenan sus bolsillos, así mismo al terrorismo internacional, yihadista o no. Me  apuntan, que resulta algo como raro que Trump no haya venido a visitar a su fiel aliado Rajoy, en un gesto de apoyo moral. Quizás ha leído el NEW YORK TIMES que ha cobrado-se rumorea en los USA-allí también funciona  la publicidad encubierta, un par de millones de la Generalidad. Ni siquiera una fotografía dándose las manos en la Cumbre de los Veinte, celebrada en Hamburgo. Como aquella de Obama y Zapatero, de triste recuerdo.

No niego la gravedad de la hora. No niego que España ha entrado en una movida de ruptura, y lo que es peor, un tornado en el aniversario del asesinato del joven concejal de Ermua, Miguel Angel Blanco, ofreciéndose espectáculos que expresan por si solos, que hemos llegado cerca de los acantilados de  una nación desalmada, digo desalmada. Señala certeramente CAMACHO que es

hemiplejía.

                                                                                                                                                                                                           
Moral, le llamó Ortega. Una limitación del pensamiento. Ese es el síndrome que sufren los dirigentes de Podemos y sus colaboradores fijos. Los que llaman GOLPISTA al líder venezolano LEOPOLDO LÓPEZ. Los que regatean homenajes al concejal MIGUEL ÁNGEL BLANCO, reunirse con los agresores de los guardias civiles de Alsasua y de llevar a Otegui al Parlamento Europeo. Los que dividen a España y al resto del mundo entre ellos y los demás fascistas, entre su razón banderiza y la de esos OTROS en los que Sartre residenciaba en el infierno.» 

En otras ocasiones les he hablado del maniqueísmo español, que en sus orígenes tuvo racionalidad, siglos después, ya en el XXI, es odio, violencia sectaria, y plomo. El fracaso se debe a una tremendo déficit de diálogo y de la falta de capacidad de nuestros dirigentes, salvo contadas excepciones, y un pueblo silenciado, mudo, por falta de cultura política que se ha mantenido adrede con objeto de seguir algunos con sus privilegios injustos y abusos crecidos en la violencia de clases. Se han reducido, pero seguimos viviendo en un País sin remordimientos de conciencia.

La situación de nuestras crisis se han establecido en una unidad quebrada frecuentemente, y en un daño social, económico y cultural, monstruosos, hasta tal locura, que el Estado de las Autonomías mantienen con nuestros impuestos brutales, a partidos que en el resto de la Europa civilizada estarían fuera de la ley, y el agravio comparativo que ellos, los que han pasado del tiro en la sien o en la barriga, a vivir mucho mejor que esos murcianos, extremeños o manchegos de los huevos. Y son capitalizados con miles de millones, si apoyan los Presupuestos del Estado o de las Comunidades Autónomas equívocas. No lo oculto, hay que estimular la rebeldía en las urnas con la fuerza de un partido o plataforma de corte regional. Seremos mejor tratados y la región dejará de ser un cero a la izquierda. Como hasta ayer, pero depurando responsabilidades exigidas por la cómoda Oposición con vacaciones pagadas, pero sobre todo sin dejar de rastrear a Míster Equis, «persona non grata», como mínimo. Y más, si nos ponemos en movimiento. Lo dudo, pero lanzo el reto a quienes corresponda en una Democracia que debe a ser decente y eficaz.

Moralmente los grupos parlamentarios murcianos deben declarar persona NON GRATA a Ramón Luis Valcárcel SISO  o sencillamente REPROBARLO tal como se hizo con Montoro en el Congreso de los Diputados. Tiene que pagar sus errores y lo que vaya subterráneamente durante sus veinte años de desastrosa gestión política. No hacerlo, sería imperdonable, a falta  de que la Justicia  llegue más lejos.

 

                       JOSÉ JUAN CANO VERA