En 2014, Ramón Tremosa amenazó con abandonar el Grupo de los Liberales y Demócratas (ALDE) de la Eurocámara si aceptaban a Ciudadanos. La presión de la entonces Convergència, miembro desde hacía tres décadas, funcionó y logró parar el envite de los naranjas. Por poco tiempo. Cuatro años después, las tornas han cambiado. Cs es hoy un miembro ascendente en los liberales y el PDeCAT está de capa caída, cada vez más cerca de la salida.

La deriva emprendida por el procés ha llevado a muchos de los socios liberales a distanciarse del PDeCAT. Como muestra un botón: esta semana, las juventudes de los belgas Open VLD de Gante invitaron a Carles Puigdemont a un coloquio. La reacción no se hizo esperar: les llovieron las críticas —externas e internas— y la directiva pidió a los jóvenes que se desmarcaran públicamente de las posiciones de los independentistas. Cosa que hicieron.

De Gante es nada menos que Guy Verhofstadt, fundador del Open VLD en los noventa y hoy presidente del Grupo ALDE en la Eurocámara. El belga se ha mostrado abiertamente crítico con los independentistas catalanes. El cuatro de octubre, optó por no criticar el uso de la fuerza en el referéndum del 1-O durante el pleno de la Eurocámara, mientras Tremosa repartía rosas entre sus colegas. Una muestra clara de la desconexión del PDeCAT con la directiva de los liberales.

Tremosa relaciona la posición adoptada por Verhofstadt con su temor a que el ‘procés’ tenga un «efecto contagio» en Bélgica que le reste votos, frente a los pujantes nacionalistas flamencos de la N-VA. Estos, que son precisamente el mayor punto de apoyo de Puigdemont y los suyos en su ‘auto-exilio’ belga, tontearon en un inicio con los liberales. Pero es difícil encontrar un acomodo entre los valores liberales, los europeístas de corte europeísta y los nacionalistas-regionalistas.

Finalmente, la N-VA optaron por integrarse el de Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, con los ‘tories’ británicos y los polacos de Ley y Justicia. Los primeros están capitaneando el Brexit y abandonarán la Eurocámara en 2019 cuando se materialice, los segundos han logrado que Bruselas pulse el botón nuclear por su deriva autoritaria, contraria a los valores europeos. «Los apoyos puntuales a Tremosa no están en ALDE, están en ECR, y si él no se ha cambiado ya de grupo seguramente es porque les expulsarían del Partido Liberal Europeo», apuntan fuentes parlamentarias.

El líder de los liberales europeos se ha mostrado abiertamente crítico con los independentistas

La irrupción de Macron, factor decisivo

¿Seguirá el PDeCAT en los liberales? Es poco factible que Tremosa abandone en la recta final de la legislatura el grupo, pero en los últimos meses ha aumentado la presión por que no continúen más allá de 2019. En Ciudadanos no ocultan su deseo de que tomen la puerta. «Ya no forman parte de ALDE en el Comité de las Regiones, ni en el Consejo de Europa y creemos que en abril podrían no renovar su membresía en el partido, lo que es la antesala a abandonar el grupo parlamentario», explican.

La irrupción de Emmanuel Macron, que se ha mostrado como el más firme apoyo del Gobierno español durante la crisis catalana, en la Eurocámara puederesultar decisiva. Si el presidente galo y los suyos llegan a mayo de 2019 con una intención de voto similar a la actual, podrían hacerse con más de cuarenta escaños. Los liberales se han apresurado a cortejarle, conscientes de que el grupo ganaría en peso y podría pisar los talones a los Socialistas, hoy el segundo en tamaño, por detrás del Partido Popular Europeo. Y Macron se deja querer.

Persiste la duda de si Macron seguirá con su idea de formar un grupo nuevo en la Eurocámara que rompa los ejes tradicionales y se cimente en la idea del «europeísmo», o si finalmente aceptará integrarse en los liberales con ciertas condiciones. Pero, en cualquier caso, es improbable que acepte al PDeCAT como compañero de viaje. Y menos aun teniendo en cuenta la buena sintonía que hay entre En Marche y Ciudadanos.

Pensionistas eslovacos y suecos de Finlandia

«Tremosa está muy aislado en el grupo, forzó mucho la máquina para impedir la entrada de Cs y ahora Verhofstadt está mucho más interesado en Ciudadanos que en el PDeCAT, por razones obvias», explican a El Confidencial fuentes parlamentarias. Unas segundas fuentes confirman que Tremosa «ha cansado a muchos de sus colegas», por su papel de predicador europeo de la causa independentista.

Los principales apoyos que le quedan en la Eurocámara son, según unas terceras fuentes, el único eurodiputado del Partido Democrático de los Pensionistas de Eslovenia y el del partido de la minoría sueca en Finlandia. La representante de la Unión de Verdes y Campesinos de Letonia también se muestra afín a la causa independentista, de la que Tremosa ha sido el abanderado en Bruselas durante los últimos años. Pero poco más.

En cambio, sus oponentes de la formación naranja viven un momento dorado, tras la victoria de Inés Arrimadas en Cataluña y su subida en las encuestas estatales. A más de un año de las elecciones europeas, es difícil de prever cómo se materializará esta popularidad, pero en ALDE se frotan las manos. Todos menos Tremosa.

No obstante, el catalán mantiene que «no ha habido cambios» en su relación con ALDE. En concreto, muestra su satisfacción con su trabajo parlamentario, subraya que colabora con eurodiputados de todos los colores, incluso del PP, y recuerda que él es el coordinador de ALDE en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, «la más importante», a su juicio.

Ante esta Comisión compareció la semana pasada el aún ministro español,Luis de Guindos. Tremosa se mostró sorprendentemente neutro con el titular de Economía, a quien felicitó «en nombre» del grupo liberal, y no hizo ninguna referencia a la situación catalana. Fuentes liberales afirman que se le advirtió de que no lo hiciera, pero él asegura que su tono fue fruto de su «cordial» relación con De Guindos y su deseo de limitarse a transmitir la postura favorable de ALDE.

 

 

 

 

 

 

FUENTE: ELCONFIDENCIAL