El seísmo interno en Ciudadanos por el presunto fraude en las primarias de Castilla y León sigue teniendo réplicas. La mayor crisis orgánica del partido no solo ha aflorado las deficiencias de su sistema de votación sino también la incipiente división entre el sector más centrista y el núcleo de Albert Rivera. El papel de Luis Garicano, candidato a las europeas, apoyo clave del diputado que destapó las irregularidades en el proceso, ha causado malestar en el círculo de Rivera.
 

Los efectos políticos internos de una crisis sin precedentes en Ciudadanostardarán en manifestarse —sobre todo porque, con el ciclo electoral a las puertas, no pueden traslucirse más diferencias— pero han impactado de forma importante en las relaciones de confianza del núcleo dirigente del partido, y pueden tener consecuencias a futuro. El desencuentro por el fraude en las primarias ha abierto una grieta entre Albert Rivera y su economista estrella, Luis Garicano, cuyo apoyo firme y activo al diputado que destapó el presunto pucherazo no ha sido bien acogido en el entorno del presidente del partido.

 

En el círculo de Rivera no ha sentado bien que Garicano, que protagonizó mítines de apoyo a Francisco Igea en su disputa con la exdirigente del PP Silvia Clemente, desarrollara lo que se considera «una campaña ad hominem» contra Clemente. Aunque el economista no la cuestionó, sí lo hizo Igea, quien dijo que no representaba la renovación y «no encarna el mensaje de fin de ciclo político». La crítica se sostenía en que la expresidenta de las Cortes castellanoleonesas ocupó durante dos décadas cargos públicos en el PP, pero también, aunque de forma velada —ni Garicano ni Igea lo mencionaron—, en las sombras sobre su limpieza por una investigación judicial sobre las subvenciones concedidas a su marido cuando era consejera de Agricultura.
 
En el círculo del líder cayó mal que un miembro tan relevante de la ejecutiva como su candidato a las europeas cuestionara hacia fuera una decisión estratégica de la cúpula, en este caso el fichaje de una ex dirigente del PP que podía atraer a Ciudadanos voto rural castellanoleonés y popular, según sus análisis. «Va por libre», apuntan sobre Garicano fuentes de la dirección, que trasladan el malestar del entorno del líder. Tras el caso primarias, el gurú económico cometió además un desliz en una entrevista en la Cadena SER al afirmar que en una eventual reforma constitucional Ciudadanos propondría suprimir el fuero navarro, justo después de que Ciudadanos firmara un acuerdo de coalición con UPN para concurrir juntos a las elecciones.
 
La crisis de las primarias ha puesto al descubierto, de nuevo, la brecha entre el sector más centrista del partido —entre cuyos máximos representantes está Garicano— y el entorno de Rivera, que ya han discrepado antes sobre el no al pacto con el PSOE o la actitud ante Vox. Aunque en ambas partes hay un intento de tratar de pasar página. Los críticos están satisfechos con la resolución del fraude en Castilla y León (a pesar de que no se han anunciado reformas en el sistema de votación, que ha evidenciado sus deficiencias), y en el círculo del líder miran hacia delante. A corto plazo no habrá consecuencias, Garicano es ya el candidato proclamado a las europeas, pero a medio los equilibrios internos podrían cambiar. Rivera siempre pensó en él como ministrable de Economía, y ahora se acoge esa posibilidad con frialdad. Al partido se acaban de incorporar, además, otros perfiles potentes del mundo económico, como el del exvicepresidente de Coca-Cola Marcos de Quinto.
 
 

FUENTE: ELPAIS