Las malas expectativas del PSOE en la capital de España unidas a la certeza de que una legislatura más deberá conformarse con una posición gregaria respecto a la actual alcaldesa, Manuela Carmena, están dificultando a Pedro Sánchez encontrar al candidato socialista para una contienda electoral que será uno de los escenarios que determinarán quién pierde y quién gana en la múltiple batalla que tendrá lugar el 26 de mayo.

El presidente del Gobierno está trasladando que ya tiene decidido el candidato que propondrá, una decisión personalísima que siempre ha correspondido a Ferraz, vaciando de poder a la federación madrileña e instalando el nerviosismo en la misma.

Sus más íntimos dicen que solo Sánchez sabe ya si tiene una decisión. Pero la cuestión lleva más de un año entre las preocupaciones del líder socialista. Desde mucho antes de ser presidente del Gobierno y casi desde que retornó a Ferraz Sánchez tiene este tema encima de la mesa.

Recientemente el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, desveló que antes de ser presidente Sánchez había contactado con él para ofrecerle esa candidatura. Pero Marlaska defiende ahora que no quiere dejar el ministerio y así lo ha manifestado públicamente. No obstante en el partido hay quién piensa que Sánchez «no ha desistido todavía de esta opción». Su presencia en un acto de partido junto al candidato autonómico, Ángel Gabilondo, alimentó estas expectativas.

En el PSOE son varias las personas que descuentan una crisis de Gobierno a cuenta de la candidatura de Madrid pero también de la papeleta europea. En este último caso Sánchez ya deslizó en una entrevista con la Agencia EFE que su ministro de Exteriores «podría ser un extraordinario candidato a las europeas». Desde el PSOE se asegura que el ofrecimiento a Borrell tiene el «caramelo» de que España ocupará con total seguridad una vicepresidencia del futuro colegio de comisarios. El ministro de Exteriores estaría alegando que para ser comisario no hace falta ser candidato, pero en contra de este argumento está el hecho de que Frans Timmermans, candidato de la familia socialdemocrata a la presidencia de la Comisión, quiere que los cabezas de lista visibilicen ya esos futuros nombres de los socialistas para la Comisión. En el PSOE se considera que Borrell es «el mejor» candidato. El puesto de comisario europeo tiene otra candidata natural en la figura de Nadia Calviño, ministra de Economía. Aunque su perfil independiente y burócrata hace que su nombre no se contemple para una candidatura en el PSOE ven posible que Sánchez recurra a ella si no puede contar con Borrell: «Tampoco la descartaría», dicen.

La cuestión más sustancial no obstante sigue siendo la del Ayuntamiento de Madrid. Pero en esta plaza Sánchez sigue acumulando rechazos y descartes. Margarita Robles, Cristina Narbona o Beatriz Corredor han sido nombres que se han ido cayendo de la lista del presidente. Eso era en los tiempos en los que el presidente trasladaba su preferencia porque la candidatura fuese una mujer. Pero esa condición indispensable ya pasó.

El último nombre en sonar ha sido el de Alfredo Pérez Rubalcaba, una vez se conoció que Sánchez le ofreció la candidatura. Aunque personas cercanas al antiguo líder socialista expresan sus dudas respecto a que fuera «un ofrecimiento sincero», sino que se interpreta más bien como «una coartada» que Sánchez podrá presentar siempre que le acusen de no haber integrado a otras sensibilidades del partido.

Ante estos rechazos, y siempre con Marlaska en mente, el nombre que más suena en estos momentos es el de la ministra de Industria, Reyes Maroto. Esta semana Pedro Sánchez la citó en Moncloa levantando las especulaciones al respecto. Aunque desde Moncloa aseguraban que la reunión tenía que ver con los Presupuestos Generales del Estadoy que estaban haciendo ronda todos los ministros económicos. Es la opción más clara en estos momentos, después de que parezca descartarse por cuestiones personales la posibilidad de Pilar Llop, juez y antigua diputada en la Asamblea de Madrid y a quien Sánchez ha convertido en Delegada del Gobierno para la violencia de género. Es una persona con futuro en el PSOE, coinciden varias fuentes, y muy del gusto del líder madrileño, José Manuel Franco.

 

 

FUENTE: ABC