LA IMPORTANCIA DE SER CATALÁN

 

En una conversación mantenida hace algunos años con Monserrat Caballé, la gran cantante lírica española, me hizo una definición clara de su pensamiento al tratar por un momento la identidad de la persona dependiendo del lugar de su nacimiento. Según ella, la casualidad o el azar de la vida, hizo que yo naciera en esa bella tierra que formó la naturaleza entre las montañas del Pirineo y la costa del mar Mediterráneo, y de nada hubiese influenciado en mi personalidad haber nacido en un desierto, aunque las condiciones socio económicas sí influenciaron en mi formación, al estar cerca de Europa, donde en Alemania culminé mi formación, con el sacrificio de los míos, por eso me considero fruto del azar de la vida y ciudadana del Mundo.

 

La historia se repite en el universo, cuando unos cuantos elementos controlan una sociedad que crece más que otras, se produce el proteccionismo de los que más tienen utilizando bajos argumentos fundamentados en el nacionalismo, con tal de no compartir privilegios con el resto de esa sociedad común, logrando que ciudadanos nobles de buena fe y fáciles de convencer, se unan al proyecto de los manipuladores que solo pretenden controlar sus bolsillos. Véanse las grandes guerras Mundiales, los llamamientos a la Meca, a Roma o Lourdes, siempre utilizan las personas más sensibles y vulnerables de la sociedad. Los catalanes desplazados a Bruselas, estoy seguro que son hombres y mujeres nobles, que se han visto adoctrinados e influenciados por esa fe que les ha sido transmitida.

 

Me considero agraciado al no estar sujeto a ninguna creencia manipulada e impuesta, tenemos suficiente historia (peligrosamente desconocida) y tecnología, para poder pensar por nosotros mismos, con lo cual, me producen indignación los comentarios desafortunados y ofensivos que se hacen de estas personas que se mueven por una fe nociva para la convivencia.  El peligro de un nacionalista manipulador, en su condición de ser humano, con sus virtudes y defectos, que acaba creyéndose sus propias alucinaciones y malvados argumentos, después de incendiar Roma, acaba provocando finales trágicos. «SER CATALÁN, ES SIMPLEMENTE HABER NACIDO EN CATALUÑA»

 

 

 

Antonio Sánchez Lapaz.