Víctor Laínez, de 55 años, falleció este martes a consecuencia de la brutal agresión sufrida en la madrugada del pasado viernes, 8 de diciembre, a la salida de un bar de la calle de Antonio Agustín, en la zona de Heroísmo. El vecino de Zaragoza, motero y miembro de los Templarios, no pudo superar las graves lesiones cerebrales que le causó presuntamente Rodrigo Lanza Huidobro, de 33 años, que ya fue condenado a cinco años de prisión por dejar tetrapléjico a un guardia urbano de Barcelona durante el desalojo de un edificio okupado en 2006.

Tras cumplir la condena, el sospechoso, de origen chileno, se trasladó a la capital aragonesa a vivir con su pareja y no había sido detenido por ningún altercado hasta el pasado domingo, cuando los agentes de la Brigada de Información lo arrestaron como presunto autor del este lamentable crimen.

Víctor Laínez tuvo la mala suerte de coincidir sobre las 2.30 en un bar con Rodrigo Lanza y con las tres personas que lo acompañaban, dos mujeres y un hombre. El veterano motero iba solo en esos momentos y al grupo parecieron no gustarle los tirantes y el cinturón con los colores de la bandera de España que llevaba puestos. Tras llamarle facha y cruzar unas palabras, Víctor decidió irse a otro bar donde le esperaban sus amigos. Sin embargo, instantes después de cruzar la puerta, Rodrigo Lanza se le acercó por la espalda y, según los testigos, le golpeó en la cabeza con una barra de hierro o un sillín de bicicleta. El hombre cayó desplomado al suelo, donde recibió varias patadas en la cabeza y en la cara tanto por parte de Lanza como, según los testigos, del otro varón que le acompañaba.
 

Un segundo imputado

La Policía Nacional detuvo en la noche de este martes a esta segunda persona, cuya identidad no ha trascendido. Tras tomarle declaración en relación con el homicidio, fue puesto en libertad con cargos al entender que su participación no fue decisiva en la muerte de Laínez, aunque se le puede imputar un delito encubrimiento o de omisión del deber de socorro. De hecho, huyeron dejando a la víctima inconsciente y la Policía busca ahora a las dos mujeres que les acompañaban.

Aunque los equipos de emergencia trataron de reanimar a Víctor Laínez, ya no recuperó la consciencia. Ingresó en el Hospital Clínico y le indujeron el coma para tratar de mejorar las lesiones cerebrales. Sin embargo, su estado se agravó hasta entrar en muerte cerebral y este martes, ante la irreversible situación que presentaba, los médicos decidieron desconectarle después de que sus familiares y amigos se despidieran de él.

Víctor, que siempre iba en una Harley Davidson, pertenecía al grupo motero de los Templarios de Zaragoza. «No era legionario, como han dicho, aunque eso no quiere decir que no sintiera simpatía por la Legión», explicó uno de sus amigos, que están desolados con su muerte y no comprenden la sinrazón de este ataque. Los que habían estado con él tan solo una hora antes de ser agredido lloraban y se sentían absurdamente responsables de lo ocurrido por no haberle acompañado al último bar. «Si no hubiera ido solo no se habrían atrevido a meterse con él», lamentaban. El fallecido será velado este miércoles en Torrero y enterrado este jueves en la localidad de Litago, de donde es su familia.

 

 

 

FUENTE: HERALDO