El camino para que Elsa Artadi presida la Generaliat se allana. El líder in pectorede ERC, Pere Aragonès, y el actual candidato a la investidura de Junts per Catalunya, Jordi Sànchez (expresidente de la ANC), avalaron ayer la candidatura de Artadi, mano derecha de Carles Puigdemont. Los diputados de Junts per Catalunya se reunirán este sábado en Berlín con el expresident, previsiblemente para ungir a Artadi. En paralelo, hoy comienza el pleno en el que los independentistas aprobarán la investidura telemática, con el rechazo  del resto de grupos.

“Hay una buena relación [con Artadi] y es una persona con una gran capacidad de trabajo”, dijo ayer Aragonès en una entrevista a Catalunya Ràdio cuando se le preguntó por la posibilidad de que la excoordinadora interdepartamental del Govern fuera la candidata. Artadi ha estado en las quinielas desde el principio, debido a su gran sintonía con Puigdemont, su perfil técnico y su formación. La diputada de Junts per Catalunya, de 42 años, es doctora en Economía por la Universidad de Harvard y ha ocupado diversos cargos en el departamento de Economía de la Generalitat.

Aragonès, sin embargo, recordó que corresponde a Junts per Catalunya poner un nombre sobre la mesa, por ser la formación más votada del independentismo en las últimas elecciones. “Si escogen a Puigdemont, a [Jordi] Sànchez o a [Jordi] Turull sabemos que el Tribunal Constitucional lo impedirá. Y lo que nos interesa es formar Gobierno lo antes posible”, agregó el republicano, que se perfila como próximo vicepresidente del Govern. Puigdemont está fugado de la justicia española; Sànchez y Turull, en prisión preventiva por rebelión.

Los gestos hacia Artadi también llegaron desde Junts per Catalunya. En una entrevista a la Agencia Catalana de Noticias, Jordi Sànchez le mostró su apoyo. “Está suficientemente capacitada y le auguro un largo recorrido político, sea o no sea ahora aspirante a la presidencia. Sabe que tiene mi apoyo”, dijo el exlíder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Artadi, sin embargo, no termina de ser del gusto de la dirección del PDeCAT, que está integrado en Junts per Catalunya, la lista de Puigdemont y Sànchez.

Sànchez es todavía el candidato a president. El 12 de abril, el presidente del Parlament, Roger Torrent, aplazó la sesión de investidura después de que el Tribunal Supremo denegara al candidato, en prisión, el permiso para asistir al pleno. Junts per Catalunya insistió en su candidatura alegando que el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha recomendado “tomar las medidas necesarias para garantizar que pueda ejercer sus derechos políticos”, aunque sin especificar cuáles son estos.

El activista y hoy diputado preso tiene que renunciar formalmente a su candidatura antes de que Torrent inicie otra ronda de contactos para sondear los apoyos a un nuevo nombre y convocar otro pleno de investidura. La reunión de Puigdemont con sus diputados en Berlín sería el marco elegido para ungir a Artadi. El Gobierno del PP siempre ha sostenido, apoyándose en las resoluciones de los tribunales, que el candidato a presidir la Generalitat debe estar libre de cargas judiciales. Artadi cumple esa condición.

Sin embargo, queda en el aire cómo aprovechará Puigdemont la incorporación en la ley de la Presidencia de la investidura telemática que se debatirá mañana, en el segundo día de pleno. A 18 días para que venza el plazo y deban convocarse unas nuevas elecciones, los nervios aumentan. Y las decisiones del expresident suelen ser impredecibles. Dentro del PDeCAT dudan del cuál será el camino por el que opte.

Voto delegado

La reforma de la ley de la Presidencia pretende dar la imagen de que se han agotado todas las vías para que Puigdemont sea reelegido. Pero desde Junts per Catalunya ya han dicho que no se forzará a los diputados a desobedecer votándola, porque eso podría derivar en acciones penales.

Por otra parte, Ciudadanos anunció que hoy presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional contra la autorización de delegación de voto concedida por el Parlament a Puigdemont y al diputado también fugado Toni Comín. Y una vez más afeó que el Gobierno no lo recurra, lo que implicaría su suspensión automática y dejaría al independentismo sin votos suficientes para investir a Artadi.

Tanto Aragonès como Sànchez se mostraron contrarios a ir a elecciones. “No nos aportarán nada nuevo”, dijo el diputado preso. “Hay que alejar el conflicto de los tribunales y llevarlo al terreno político, y tendremos más instrumentos para conseguirlo si hay Govern”, sostuvo Aragonès.

 

 

FUENTE: ELPAIS