Estos días abandonan el Congreso varios políticos que llevan media vida con un sueldo público o de su partido y que ahora tienen difícil reconversión. Antonio Hernando es el vivo ejemplo

 

Entre los socialistas purgados por Pedro Sánchez para construirse un grupo parlamentario a su medida, sin disidencia, hay auténticos dramas personales.

Y uno de ellos es el de Antonio Hernando, exportavoz del PSOE y el hombre que pasará a la historia como el socialista que defendió la abstención de su partido en la investidura de Mariano Rajoy.

Hernando, que un día ya muy lejano fue del círculo de confianza de Sánchez,sabía desde tiempo la suerte que iba a correr. Sabía que su jefe de filas no iba a apiadarse de él.

No obstante, aunque lo tenía asumido el palo sigue siendo igual de duro. También el económico. Usando la misma frase que le oyeron decir cuando Sánchez fue expulsado de la Secretaría General del PSOE a patadas y él eligió bando, ¿cómo va a pagar ahora la hipoteca el exdiputado por Madrid?

Hernando aceptó en su día traicionar a Sánchez y pasarse a las filas de la gestora controlada por Susana Díaz por dinero. Así de claro lo reconoció él en una conversación con su mujer que acabó publicada.

En 2005, en plena burbuja inmobiliaria, suscribió un hipotecón de 550.000 euros con el Banco Sabadell, y tres años después firmó un préstamo personal de otros 26.000 euros con la misma entidad. Como para no estar preocupado.

Durante los años que fue portavoz del PSOE en el Congreso ganaba más de 6.000 euros brutos al mes, iba desahogado. Cuando Sánchez ganó las primarias por segunda vez, en mayo de 2017, Hernando dimitió como portavoz, pero conservó su escaño y un sueldo de más de 3.500 euros. Para vivir, le daba. Para la hipoteca, también.

Y ahora, ¿qué? Hernando llevaba casi dos décadas viviendo de un sueldo público o uno puesto por el PSOE. Es el típico ejemplo de político de difícil reconversión en la empresa privada, y de esos hay unos cuantos ejemplos estos días.
 
 

FUENTE: ESDIARIO