A Ciudadanos se le ha etiquetado habitualmente como un partido urbano, que sufre para recoger voto en las provincias rurales. Los datos así lo avalan. Y Albert Rivera ha dado un giro a su estrategia en estas elecciones con el objetivo de compensar ese desequilibrio.

La formación naranja presentará próximamente un plan integral contra la despoblación, del que ha avanzado algunas medidas de manera aislada, para llevar su mensaje al electorado de la España interior. Rivera quiere ganar terreno al PP y el PSOE y frenar el empuje de Vox en la llamada España vacía.

Hay 26 provincias que reparten cinco o menos escaños en las elecciones del 28-A. La mayoría corresponde a áreas con graves problemas de despoblación. Según el INE, España tiene unos 1.320 municipios con menos de 100 habitantes. Y casi 5.000 de los 8.100 cuentan con menos de 1.000 habitantes censados.

No se trata sólo de reducir las distancias con PP y PSOE, sino también de combatir a unas encuestas que anuncian un avance signficativo de Vox en la España interior

En las elecciones generales del 2016, Ciudadanos obtuvo 32 escaños que corresponden a 20 de las 52 circunscripciones. Podemos, por ejemplo, sumó diputados en 38. Rivera se quedó sin representación en casi toda la España rural.

El líder naranja ha hecho especial hincapié en dar la vuelta a esas cifras. En este mes largo de precampaña, el líder de Ciudadanos ha concentrado la mayor parte de sus actos en Aragón, Castilla y León, Castilla La Mancha o Andalucía, con centenares de municipios de esas características.

Medidas específicas

Ciudadanos ha anunciado medidas significativas, como una rebaja del 60% del IRPF a los residentes en poblaciones de menos de 5.000 habitantes. Las rentas beneficiarias de esta bajada deberán generarse en el municipio. No valdrá empadronarse y trabajar en otra ciudad, según han aclaradofuentes de Ciudadanos.

Rivera también ha anunciado que los autónomos que tengan hijos -padres y madres- no pagarán cuota los dos años siguientes al nacimiento de cada hijo. La exención de la cuota será de tres años si realizan su actividad en el mundo rural.

Ciudadanos también ha propuesto que las mujeres del mundo rural que monten su propio negocio solo paguen 30 euros al mes. La cuota mensual de un trabajador autónomo ronda los 300 euros al mes. Existen tarifas planas para nuevos emprendedores de 60 euros.

Otro de los movimientos de Ciudadanos ha sido el fichaje de la politólogay agricultora María Ángeles Rosado como cabeza de lista por Guadalajara. Rosado vive en un municipio de 50 habitantes y se convirtió en un fenómeno viral al denunciar las condiciones en las que vivía: obligada a desplazarse decenas de kilómetros para llevar a sus hijos a la escuela o al centro de salud.

El PP y el PSOE han sido las fuerzas tradicionalmente hegemónicas en esas provincias. Pero han ido perdiendo apoyo progresivamente. La mejor prueba de ese malestar es la manifestación que decenas de colectivos de provincias como Jaén o Teruel celebrarán el 31 de marzo en Madrid. Y que han bautizado como la Revuelta de la España Vaciada.

Apuesta estratégica

La apuesta de Ciudadanos es estratégica. No se trata sólo de reducir las distancias con PP y PSOE, sino también de combatir a unas encuestas que anuncian un avance signficativo de Vox en la España interior.

El concurso de cinco fuerzas políticas nacionales en estas elecciones va a provocar que al menos dos o incluso tres de ellas se queden sin escaño en estas circunscripciones.

El candidato de Vox, Santiago Abascal, tiene programados sendos actos en Ciudad Real y Jaén este fin de semana. El mensaje de Vox a favor de actividades como la caza está siendo muy bien acogido. El líder del PP, Pablo Casado, también está visitando con asiduidad estas provincias. El PP se enfrenta a una perdida significativa de apoyos en feudos donde ha sido tradicionalmente el partido más votado.

Rivera no quiere perder pie en esa batalla. La victoria en las elecciones se juega siempre en las comunidades más pobladas (Cataluña, Madrid, Valencia o Andalucía). Pero el reparto de escaños en la España vacía puede resultar determinante a la hora de formar mayorías o incluso para disputar al PP la hegemonía del centro derecha.

 

 

Leer no da votos, pero ayuda (III): Una lista de lecturas para Albert Rivera

 

Albert Rivera llegó a la política en pelotas, con una mano adelante y otra atrás. Y aunque ya mudó la piel del diputado lactante por el traje del político profesional,  aún queda tela por cortar en el armario del presidente de Ciudadanos. Dependiendo del día, e incluso de la hora, apoya a unos y otros. Da tumbos, adelanta y retrocede. Lo que jamás cambia en Rivera es su repertorio de citas literarias,  dos concretamente, una de Víctor Hugo -“no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo”- y Churchill, de quien evoca ideas más que frases textuales.

Avanza pues la campaña electoral. Comprometidos con nuestra serie de recomendaciones literarias para los políticos –por aquello de contribuir al discurso- , a Albert Rivera le toca la tercera plaza en orden ideológico, que se reparte desde el más conservador al más progresista.  Rivera se acerca al centro justo después de Pablo Casado, el líder del PP, y Santiago Abascal, de Vox, quienes ya han recibido sendas listas de lecturas. La de Rivera, a diferencia de las dos primeras, tiene más de ficción que de ensayo.

Considerando que al líder de Ciudadanos lo acompaña en su equipo gente relacionada con el mundo de la Cultura , como la escritora Marta Rivera de la Cruz, y que ha gozado del apoyo de personas como Albert Boadella o el premio Nobel Mario Vargas Llosa, Rivera  no da el perfil lector, aunque  eso no le exime de recomendar libros que no ha leído, como ya le pasó con Kant en un debate electoral con Pablo Iglesias, en 2015, en la Universidad Carlos III.

A juzgar por su fijación con Víctor Hugo, Rivera parece un entusiasta del siglo XIX,  así que no le vendría mal al candidato naranja pasearse por un libro de iniciación protagonizado por el ambicioso literario arquetípico:  Julien Sorel, el personaje principal de la novela Rojo y negro, de Sthendal, ese joven de provincias admirador de Napoleón, un incombustible trepa que asciende en la cadena social y deja atrás su pasado proletario y vulgar, y que se abre paso, entre otras cosas, gracias al latín que le ha enseñado el cura de su pueblo. Algo de ese espíritu conspirador y ambicioso comparte Rivera con Sorel.

Por aquello de ampliar los criterios, en Vozpópuli hemos llamado a un veterano lector y magnífico articulista, justo para saber qué libro le recomendaría al líder de Ciudadanos. No sin retranca ni ironía, la contestación apunta a dos libros: La hoguera de las vanidades, de Tom Wolfe –“más por el título que por la historia”- y  La fontana de Oro, la primera novela de Benito Pérez Galdós y que se desarrolla en medio de una conspiración liberal que no le resultará ajena a Rivera. Ahora bien, en la tipología humana, habría un atlas entero para la mutación y la metamorfosis, algo que se le da muy bien a su formación, acaso por eso conviene un viaje por todos los tipos de la naturaleza humana que explota Balzac en La comedia humana o, por qué no,  el Gatopardo, de Lampedusa, por aquello del Tancredismo.

En clave No Ficción, y otra vez con puyita de cortesía, hay quienes recomiendan a Rivera el ensayo Compórtate, un libro de Robert Sapolsky, que  explica cuáles son las explicaciones biológicas que explican nuestros mejores y peores comportamientos, aunque tampoco le vendría mal un buen repaso a los clásicos de Savater. Y si de Barcelona se trata, debería echar mano Albert Rivera de las novelas que retratan no ya la Barcelona aquella de Juan Marsé, sino la actual, la problemática, la verdadera, una que él no parece frecuentar demasiado y que no le vendría mal tener en cuenta. Le valdría cualquiera de Carlos Zanón e incluso hasta puede matar dos pájaros de un tiro ahora que a Zanón le han pedido resucitar al Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán en Problemas de identidad. Así lee a uno que supo leer la clave catalana y a otro que, décadas después, rejuvenece la mirada mordaz sobre una sociedad que no aparece del todo reflejada en los discursos del joven político.

 

 

FUENTE: VOZPOPULI