Empieza a ser muy cansino, cansino y peligroso. La mentira instalada en el discurso político, pronunciada con la rotundidad de una afirmación innegable. Son varios los líderes políticos que utilizan la técnica de decir verdades a medias, argumentos que cuando se les pide concreción no tienen respuesta o directamente mentiras.

Y entre todos el maestro es Pablo Casado. Es el líder del primer partido en España y ha convertido la mentira en la herramienta principal de sus discursos, la mentira y el uso de palabras que suenan a insulto que demuestran su desconocimiento, entiendo que voluntario, de su verdadero significado. Estos días ha estado calificando de prácticas mafiosas y de guerra sucia la estrategia del Gobierno de utilizar decretos para sacar adelante algunas leyes después de disueltas las cámaras. Será feo, éticamente discutible, recurrible, todo lo que se quiera, pero ni es un comportamiento mafioso ni es guerra sucia.

Pero no se ha quedado aquí, ha dicho que el PSOE es el único partido que tiene una condena en firme por corrupción y, esto, es absolutamente falso y, además, es imposible. Cuando se juzgó el caso Filesa, al que hacía referencia Casado, un partido político no podía ser condenado porque no estaba tipificado en el código penal. El que está condenado es el PP por haberse lucrado de la Gürtel. Es el PP el condenado y el que ha ido dopado a algunas elecciones, como han dicho los jueces.

A la mentira solo se la puede ganar rebatiéndola y ya sé que es cansado, pero hay que hacerlo porque si no los ciudadanos pueden sufrir una distorsión de la realidad, y esta distorsión es la que va a guiar sus decisiones y sus votos. La gente saca sus conclusiones a partir de los hechos que escucha, que lee, y si estos hechos son falsos sus conclusiones serán erróneas.

Pablo Casado y algunos de sus discípulos, como la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, son un peligro para la democracia porque se salta todas las reglas. El debate, la confrontación de opiniones, son enriquecedores, la mentira es inadmisible.

 

 

FUENTE: CADENASER