Por reparto de papeles para preservar la figura de Pablo Casado o por contradicciones internas, en la dirección del PP hay diferencias sobre la respuesta que da el partido ante la pasividad de Pedro Sánchez frente a la situación en Cataluña. Desde Barcelona, el presidente de los populares, Alejandro Fernández, y la cabeza de lista por la provincia, Cayetana Álvarez de Toledo, se adelantan a sentenciar que es «absolutamente inútil» exigir al actual inquilino de la Moncloa que tome medidas para restaurar el orden constitucional y público y recuerdan que Sánchez es presidente del Gobierno gracias a los votos de «los golpistas».

El jefe del Ejecutivo en funciones confirmó este miércoles en la ronda de conversaciones con los dirigentes de la oposición y su antiguo socio preferente, Pablo Iglesias, que seguirá sin tomar medidas en Cataluña pese a la escalada de disturbios y al hecho de que Quim Torra, que a última hora del miércoles culpó a “infiltrados y a provocadores” de las noches de violentos disturbios que está viviendo Cataluña, jalee las protestas y encabece las marchas. Casado fue el primero en recibir esa información después de que desde el PP catalán advirtiesen de que el primer objetivo de Sánchez es «ganar tiempo» para no hacer nada y frenar las presiones de los constitucionalistas.

«Es absolutamente inútil apelar al incendiario Torra y es absolutamente inútil apelar a Sánchez, presidente gracias a dos golpistas y todavía hoy aliado político del incendiario Torra. Este incendio ya solo se apaga el 10-N. Españoles, a las urnas». Así decía un tuit de Álvarez de Toledo de primera hora de la mañana.

Tres horas después, en la Moncloa, el presidente del Gobierno en funciones rechazaba las peticiones de Casado de que el Ejecutivo tome el control de la policía autonómica, inste a la Fiscalía a actuar contra Torra y Roger Torrent y que el Consejo de Ministros apruebe un requerimiento para exigir al presidente de la Generalitat que cumpla con sus obligaciones constitucionales y legales. Es el paso previo para la posible puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución.

Casado salió de su entrevista con Sánchez más preocupado de lo que entró, según dijeron después fuentes del PP, pese a la insistencia del dirigente del PSOE en aparentar que lo tiene todo controlado. La impresión en el principal partido de la oposición es que está superado por los acontecimientos y la falta de previsión ante la apuesta de los independentistas por la violencia callejera.

En el equipo de Casado, se ratifican en que el presidente del PP debe atender a las llamadas del jefe del Gobierno, aunque también reconocen que esperaban algo más de la última reunión, al menos un avance de posibles réplicas concretas a la escalada del desafío de Torra. El sucesor de Mariano Rajoy se contiene a la hora de enjuiciar en público la inacción de Sánchez, para preservar el carácter de su partido como formación «de Gobierno», con experiencia en la puesta en marcha del artículo 155. Y recuerdan además cuánto le costó a Rajoy convencer en su día al ahora inquilino de la Moncloa y a Albert Rivera de la necesidad de aplicarlo.

Tampoco quieren en la sede de Génova caer en la habitual «sobreactuación» que ven en el presidente de Ciudadanos y prefieren que Casado se aplique a explicar su alternativa a la inacción de Sánchez en vez de descalificarlo, tarea que queda en manos de otros dirigentes del partido. Queda además por ver si la deriva de Torra y la violencia de los CDR en las calles y carreteras no obligan al final al Gobierno a tomar medidas extraordinarias en los próximos días.
 
 

FUENTE: ELCONFIDENCIAL