Los jubilados han ganado la batalla. Al menos para los próximos dos años. El Gobierno ha aceptado al final -a cambio del apoyo del PNV para rechazar los vetos a los Presupuestos del Estado para 2018– subir todas pensiones con carácter general, un 1,6% tanto para este ejercicio -sería, por tanto, con efecto retroactivo- como para el próximo, en línea con la evolución de los precios. Pero el triunfo ha sido doble, porque además ya no puede dar marcha atrás y la revalorización de las prestaciones mínimas y las no contributivas se mantendrá en el 3% anunciado. E incluso hay unatercera victoria, en este caso para las viudas, que verán cómo su base reguladora se elevará dos puntos por encima de lo pactado hasta el 56% en 2018 y llegará al 60% en 2019.

La cuestión es: ¿cuánto dinero supondrá esta nueva subida para el bolsillo de los diferentes colectivos de pensionistas? Puesto que desde el 1 de enero ya se revalorizaron un 0,25%, el mínimo legal, lo que apenas significó de media 2,3 euros más al mes, habría que incrementar la prestación otro 1,35%.

Teniendo en cuenta que la pensión media del sistema -que incluye las prestaciones de incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares- ascendió en abril a 934,6 euros mensuales -según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social-, ese 1,35% más que habrá que aumentar los pagos supondrá 12,6 euros más cada mes, por lo que se situará en los 947,2 euros.

El incremento será algo mayor para las pensiones de los casi seis millones de jubilados que hay en España y que ingresan de media 1.080,5 euros al mes. Para ellos, con esta nueva subida se meterán 14,5 euros más al bolsillo y en su banco recibirán, por tanto, 1.095 euros.

 Las viudad, con el mayor alza

El mayor crecimiento le corresponderá a las viudas, aunque no a todas, solo a medio millón (según los cálculos estimados por el Gobierno en el proyecto de Presupuestos), ya que para que su base reguladora pase del 52% actual al 56% se les exige tener al menos 65 años, no percibir otra pensión pública -ni española ni extranjera-, no trabajar ni disponer de otras rentas superiores a aquellas que dan derecho a una pensión mínima. Pero para las que cumplan este requisito, les supondrá de media unos 25 euros más al mes, teniendo en cuenta que por cada punto que se incremente la base reguladora supone un 1,9% más y que la prestación media de este colectivo ascendió a 653 euros al mes en abril.

Asimismo, en 2019 dicha base reguladora se elevará hasta el 60% (una medida que ya se recogió en la reforma de 2011 pero no llegó a hacerse), lo que supondrá otro aumento de unos 88 euros, con lo que en apenas año y medio verán incrementarse sus ingresos en torno a 113 euros de media, de modo que prácticamente se equipararán al Salario Mínimo Interprofesional (fijado en 773 euros para el próximo año).

Las pensiones mínimas y contributivas mantendrán, por su parte, el incremento anunciado del 3%, casi el doble que el alza general. A modo de ejemplo, un beneficiario de la prestación mínima, que tenga 65 años y sea titular de una jubilación sin cónyuge a cargo, pasará a cobrar 656,9 eurosal mes frente a los 637,7 euros de 2017, lo que supondrá un incremento de 246,4 euros al año.

Más impuestos

Aunque los pensionistas parecen estar por fin de enhorabuena, desde el principal colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) pidieron hoy al Gobierno que explique cómo sufragará ese aumento del gasto en pensiones. Y es que si bien respalda la medida para que los jubilados y el resto de colectivos afectados mantengan el poder adquisitivo, advierte de que el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y el PNV obligará a modificar los Presupuestos para cumplir con los compromisos de déficit.

En este sentido los «aproximadamente 1.600 millones de euros» que, según los técnicos, costará la subida de las pensiones dificultarán el objetivo de reducir el déficit de la Seguridad Social del 1,1% del PIB que contemplan las cuentas públicas que ya se encuentran en trámite parlamentario. Por ello sospechan que el PP presentará enmiendas para acometer un recorte equivalente en otras partidas del gasto.

Como alternativa, Gestha propone aumentar la presión fiscal, equiparándola incluso a la media europea para pasar del 33,3% sobre el PIB al 38,9%, lo que supondría incrementar la recaudación en 61.798 millones más.

 

 

FUENTE: DIARIOSUR