Todos estamos de acuerdo: Nuestra casta política se ha convertido en una mafia corrupta que nos conduce hacia la destrucción. Desde que la Crisis les secó el “cazo” que les venía llenando el ladrillo, se han convertido lobos vestidos de corderos que disfrazan sus mangoneos con la defensa del feminismo y los LGTB (el “Género”) Mientras tanto, presumen cínicamente de su habilidad al engañarnos manipulando los medios de comunicación. Han conseguido que, a pesar de que España es uno de los países con menos Violencia de Género del Mundo, dediquemos más dinero que nadie para prevenirla y que se le continúe subiendo la asignación de presupuestos a pesar de que en más de 15 años no se ha obtenido ningún resultado. Se comprende todo su engaño al saber que tan solo el 1 % de ese dinero termina en las manos de las mujeres maltratadas que se pretende defender y que el resto se lo quedan ellos, nuestros políticos.

Un ejemplo paradigmático de este tipo de piratería política lo encontramos en el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz, presidido por la alcaldesa Mª del Carmen Sánchez Díaz. Arropados por su distanciamiento provinciano, en este Consistorio arrastran la innoble tradición de hacer uno de esos actos anuales para la entrega de premio o castigo a sus respectivos allegados y rivales ideológicos que, abusando del poder de sus cargos, se permiten organizar muchos organismos oficiales de nuestro País. Por su dedicación vinatera, en ese Pueblo le tienen puestos los nombres de “Racimo” al positivo y “Filoxera” (una plaga de la uva) al negativo. Como es comprensible, el “cordero” premiado en negativo solía declinar la invitación a recoger su premio, cuya entrega se celebra en la mismísima “boca del lobo”.

Pero cada vaso tiene un colmo y cada zapato una horma y, para el Ayuntamiento de Jerez, su nombre es Antonia Alba. Se trata de una abogado afincada en la localidad de Conil, feminista moderada sensibilizada por las nefastas consecuencias de las denuncias falsas de Violencia de Género en los procesos de divorcio y representante en Cádiz de la asociación Movimiento Femenino por la Igualdad Real. “Con un par de atributos bien puestos”, Antonia tuvo la valentía de acudir a la entrega para decirle a la Alcaldesa y a sus “concejalos y concejalas” la más pura verdad. En cuatro palabras destapó el negocio que esconden detrás de y les acusó firmemente de incitar al odio a la población, destruyendo su estructura familiar y para provecho propio.

Para acallar su brillante discurso, la “concejala” Carmen Collado, Quinta “Tenienta” de Alcaldesa del Ayuntamiento de Jerez, tenía reservado el último turno de palabra. Replicó con las mismas frases hechas que su Lobby nos repite a todas horas a través de su “Periodismo Esclavo”. La políticas totalitarias siempre cuentan con consignas maniqueas para que sus lacayos adoctrinen al rebaño sin tener que esforzarse en pensar lo que dirán en el discurso: “¡¡¡Nos matan por ser mujeres!!!” como si no supiéramos todos que la gran mayoría de las víctimas de homicidios son varones; “¡¡¡Maltratan a los niños para dominarnos!!!” como si no supiéramos que mueren más niños a manos de las madres que los padres. La “Quinta” quiso sembrar el odio entre hombres y mujeres donde Antonia había dejado plantado amor, pero no convenció.

¡Que cunda el ejemplo y se despierte la valentía en nuestra Nación! ¡Que se abran ya las bocas de las personas que aman el Amor!

 

 

JUAN MARIANO PEREZ ABAD

 

 

 

Antonia Alba

El ayuntamiento de Jerez de la Frontera ha sido escenario de una preciosa gesta de una mujer valiente que ha denunciado las vergüenzas, las muchas vergüenzas y la bajeza de su conducta, a todo un equipo de gobierno de socialistas del PSOE y comunistas de Podemos e Izquierda Unida. Ese ayuntamiento estableció unos premios ya muy típicos en la izquierda cainita y revanchista que España sufre desde principios del milenio. Se otorga un premio y un anti premio, como aquellos premios Naranja y Limón, pero sin el menor atisbo del humor que hacía aceptables aquellos galardones. Hay un premio al bueno, es decir a alguien militante o muy comprometido izquierdista. Y un premio al malo, que es cualquiera que se haya significado por oponerse a la voluntad de la izquierda. El ayuntamiento de Jerez creó los premios Racimo y Filoxera. El Racimo para premiar a los propios, el Filoxera para humillar al enemigo. El Racimo fue para Brisa Fenoy, cantante andaluza, izquierdista, hija de sindicalista, premio perfecto. Y el premio Filoxera era para denunciar y humillar públicamente desde el Ayuntamiento a Antonia Alba, una abogada que preside el Movimiento Femenino Por La Igualdad Real. Y que denuncia no solo la inconstitucionalidad y el abuso sistemático de la Ley de Violencia de Género sino la ideología de género y el feminismo de odio y agitación.

El problema para el ayuntamiento surgió cuando Antonia Alba en vez de quedarse en casa llorando por haber sido señalada con esa bajeza y mala intención, exigió y consiguió ir a recoger el premio delante de la prensa convocada. Los promotores del abyecto galardón se preocuparon porque la alcaldesa no asistió por cuestiones familiares. Y fue Carmen Collado, teniente de alcalde de Igualdad la que se tuvo que tragar el sapo. Porque Antonia Alba acudió con amigos recibió el premio y convirtió su discurso de agradecimiento en un soberbio alegato en favor de la libertad de expresión, de la igualdad entre sexos y de los derechos constitucionales que se pisotean con la ideología de género. A Antonia Alba quisieron humillarla y la engrandecieron definitivamente como una mujer valiente, articulada e inteligente con convicciones y fuerza para defenderlas. Una mujer que les dijo allí mismo mil verdades a todos los que habían intentado su asesinato civil. Y cuyo discurso se hizo viral en las redes.

En España hay tanto hábito de intimidación y matonismo por parte de los guardianes ideológicos de izquierda que la mayoría de los españoles evita polemizar y mucho más el exponerse como Antonia Alba. Todo se agravó a partir del zapaterismo. Medios izquierdistas también hacen premios y contrapremios para señalar a periodistas que hay que atacar, odiar, ridiculizar y difamar. Al Ayuntamiento de Jerez le salió el tiro por la culata. Para ser libre en España hay que perder el miedo a que te llamen «facha». Antonia Alba lo es. Sin miedo ninguno les dio una gran lección de dignidad y amor a la verdad que ellos jamás podrían concebir.