Albert Rivera ha anunciado este lunes ante el Consejo General de Ciudadanos –máximo órgano del partido– su decisión de cesar a dos de los críticos que se atrevieron a secundar en la Ejecutiva la propuesta del jefe de la delegación en Europa, Luis Garicano, de abrir una negociación con el PSOE a cambio de apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Se trata de Fernando Maura, responsable hasta ahora de Exteriores en el órgano de dirección, que apoyó la propuesta de Garicano; y de la dirigente de Castilla La Mancha, Orlena de Miguel, que se abstuvo.

Junto a ellos salen por otros motivos de la actual Ejecutiva otros tres dirigentes, como Matías Alonso, que llevaba el área de Defensa; Antonio Espinosa, que se encargaba de Fomento, y la andaluza Raquel Morales. Pese a dejarles caer, Rivera ha agradecido a todos ellos su trabajo y ha asegurado que tendrán otras tareas en el partido a partir de ahora. Tanto Garicano como Francisco Igea continúan en sus cargos.

Frente a esas bajas, se incorporan a la Ejecutiva 22 nuevos dirigentes, entre los que se encuentra la nueva candidata a la Generalitat de Catalunya, Lorena Roldán, a la que Rivera impulsa nombrándola portavoz nacional de la Ejecutiva en sustitución de Inés Arrimadas, que se centrará en la del Congreso.

En la Ejecutiva entran además prácticamente todos los fichajes estrella de Rivera en las elecciones del 28A: el abogado de Estado, Edmundo Bal; la representante del secretariado gitano, Sara Giménez, el aragonés Daniel Pérez; y los dirigentes de Baleares, Joan Mesquida –exPSOE– y José Ramón Bauzá –expresidente del PP en las Islas–. Marcos de Quinto, otro de los últimos fichajes del partido ya se había incorporado a la dirección tras la dimisión de Toni Roldán. Junto a ellos entra también el expresidente del PP de Madrid, Ángel Garrido, otro de los fichajes de los que más presumió Rivera de haberle arrebatado a los conservadores. El líder de Cs se ha dirigido a los miembros del Consejo General para pedirles en varias ocasiones «lealtad al proyecto».

Rivera ha recordado los orígenes del partido cuando «hace una década un grupo de militantes, de ciudadanos libres, decidieron dar un paso adelante para impulsar el proyecto». Pero no ha citado ni a su mentor, Francesc de Carreras, que acaba de desvelar que en abril abandonó la militancia; ni a otro histórico fundador, el balear Xavier Pericay, que dimitió de su cargo al no sentir su respaldo.

Rivera ha asegurado que el objetivo de ese proyecto nacido hace diez años era conformar «una tercera España» liderada por «un partido liberal y de centro, de regeneración  e igualdad, lo que no ha habido en cuatro décadas».

El «plan» de Sánchez y el reparto del «botín»

El líder del partido ha vuelto a atacar a Pedro Sánchez y a su «plan» para «repartirse el botín» con los «nacionalistas, separatistas y populistas» afirmando que ante el «momento de incertidumbre» que han provocado en España «hay que decirles a los españoles que aquí hay un proyecto». «Nosotros no vamos a hablar del reparto de España», ha sentenciado, dejando claro con ello que no va dejarse presionar para que cambie de opinión, como le sugiere el ‘Financial Times’ que en un editorial le dice que «debe repensar su posición respecto a una coalición» con el PSOE.

Rivera ha destacado el «gran crecimiento» que «a pesar de los agoreros» ha experimentado Ciudadanos en estos últimos años, resaltando que ahora están en los gobiernos de Murcia –tras aceptar buena parte de las exigencias de Vox–, Castilla y León y van a estar pronto también en el de Madrid, además de «gobernar en 400 ayuntamientos». Pero eso no le parece suficiente y ha arengado a los suyos pidiéndoles que trabajen para «hacernos más fuertes y evolucionar como hemos hecho siempre».

«Sabemos a dónde vamos, vamos a un proyecto ganador, somos un partido de gobierno y gobernaremos España más pronto que tarde», ha vaticinado, mientras adelantaba que será «un gobierno sensato y moderado» que estará frente a «los nacionalistas populistas y separatistas». «Gobernar España y desmontar el plan Sánchez es lo mismo», ha asegurdo. «No nos quieren y si no nos quieren es que estamos haciendo algo bien», se ha jactado.

Con  ese fin de crecer para gobernar el país, Rivera ha justificado los cambios en la Ejecutiva: «Hay que reforzarse, coger músculo», ha afirmado, alertando a los suyos de que «no pueden dormirse ante el éxito».

El líder de Cs ha sido muy machacón en la necesidad de ser «leal al proyecto», recordando que él siempre ha estado abierto «al talento» y a «incorporar diferentes sensibilidades», pero «compartiendo los valores del partido», ha dejado claro.

 
 

FUENTE: ELDIARIO